tag:blogger.com,1999:blog-70608495395636899622024-03-13T14:21:15.059-05:00Salvando las distanciasÀlex Cuberohttp://www.blogger.com/profile/15369428017898510506noreply@blogger.comBlogger66125tag:blogger.com,1999:blog-7060849539563689962.post-8308738839036186032011-01-07T14:13:00.009-05:002011-01-08T08:26:43.177-05:00Madrid<span class="Apple-style-span" style="color:#333333;">.</span><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdLuy6-ODiaCfdZPNLAaWYjaQ6s_cYUSTf_BYQndZvXM7iWcyHPOOdOST5zQR9HX5ykUMjoMz7h_7xPgCkN_ogYHOJHEM31r7mvzD-ow9nyKkDr1jw3NS10aLz5GXLZ4KlBvfTvFw-HhU/s1600/P1010069.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdLuy6-ODiaCfdZPNLAaWYjaQ6s_cYUSTf_BYQndZvXM7iWcyHPOOdOST5zQR9HX5ykUMjoMz7h_7xPgCkN_ogYHOJHEM31r7mvzD-ow9nyKkDr1jw3NS10aLz5GXLZ4KlBvfTvFw-HhU/s400/P1010069.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5559522130303983714" /></a><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 12px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Me dijo adiós y, de repente, la noche de Madrid se tiñó de putas, chulos y mendigos, de borrachos prematuros y de esquinas más oscuras. Cuanto más me alejaba de aquella parada de autobuses, más cuesta arriba se hacía el camino de vuelta, el mismo que un año antes había dejado sensaciones tan alejadas. De aquella nieve adolescente en la que todo era posible a la ahora nostálgica llovizna, esa que sin darte cuenta te deja calado de realidad hasta los huesos. Y marchito, Fuencarral me engulló en una lánguida caída libre. El mismo frío, pero más cruel. El mismo recorrido, pero otro rumbo. El mismo abrazo, pero tan distinto. Demasiado distinto, pese a que por un momento, cuando nuestras mejillas se cruzaron, todo volvió a ser y sentí que había despertado trescientas dos mañanas a su lado. Pero no.</span></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 12px/normal Helvetica; "></p><p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; text-align: justify; font: 13.0px Helvetica">Y aún así, cuando el tren anunció por megafonía la obligada huída lejos de ella, Madrid, con sus ojos pecosos pintados de Mediterráneo, me siguió pareciendo la chica más bonita del mundo.</p><p></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 12px/normal Helvetica; "><br /></p><br /><iframe title="YouTube video player" class="youtube-player" type="text/html" width="480" height="390" src="http://www.youtube.com/embed/RP4PduPQyKA" frameborder="0"></iframe>Àlex Cuberohttp://www.blogger.com/profile/15369428017898510506noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7060849539563689962.post-51907341356985909452010-12-08T01:48:00.007-05:002010-12-08T02:20:47.140-05:00Clic<span class="Apple-style-span" style="color:#333333;">.</span><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgAu1ukYq0CoHAOD4Jp9nkLE8s7xxevzkOOjnou_QEwIAs2mEu83kkA2KcGKwx5N9felpfCVesJ8XVljmrjjh3dFzjdgWHoIAZGPsjRJ4OpDnpOG0-ZcEB3nyPCT4ZtIWcp1rPU9xc-ak/s1600/DSC_0629.jpg" style="text-decoration: none;"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 266px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgAu1ukYq0CoHAOD4Jp9nkLE8s7xxevzkOOjnou_QEwIAs2mEu83kkA2KcGKwx5N9felpfCVesJ8XVljmrjjh3dFzjdgWHoIAZGPsjRJ4OpDnpOG0-ZcEB3nyPCT4ZtIWcp1rPU9xc-ak/s400/DSC_0629.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5548203217144701698" /></a><div><p style="text-align: left;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Nunca me acostumbraré a hacer las maletas. Esa sensación extraña que supone desmontar el escenario que uno construye a su alrededor, ese mundo que uno va creando con el paso de los meses para sentirse un poco más en su sitio. Toca doblar la ropa, desnudar las estanterías de libros, arrancar las fotos de las paredes del cuarto, tirar a la basura cosas que he guardado con tozudez a lo largo del año <i>-a sabiendas que no se regresarían conmigo a final de esta aventura</i>-, pero también encontrar aquellas que creía imprescindibles traer al inicio de este viaje -<i>pero que curiosamente no han salido de la maleta, porque nunca las llegué a necesitar</i>-.</p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Y peor todavía es cerrarlas. Después de un buen rato haciendo uso de mi fuerza bruta para unir las dos partes del equipaje, todo se soluciona con un simple <i>clic</i>. En efecto, así de cruel, así de descorazonador. Todo un año completo se resume en un jodido ruidito de cerradura. <i>Clic</i>. Y ya está, apaga y vámonos, que eso es todo amigos y sanseacabó.</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Pero no. En realidad, ese <i>clic</i> tiene más sentido de lo que parece. Porque ese <i>clic</i>, ese sencillo <i>clic</i>, ese <i>clic</i> sin más pretensiones, ese clic que no se esconde bajo disfraces de ruidosos <i>clocs</i>, de pomposos <i>clacs</i> o de elegantes <i>clucs</i>, amaga en el fondo la sencillez de cuando todo encaja sin más, de cuando todo adquiere un sentido, de cuando las dos mitades del equipaje se unen. El desenlace éste y el comienzo aquel. La marcha y la llegada. El hoy y el muy anteayer, todo entrelazado en un solo <i>clic</i>. </p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i>Clic</i>. Aquel avión despegando de Barcelona, con el horizonte matutino anaranjado por el sol y aguado por las lágrimas de la despedida. <i>Clic</i>. El recibimiento en Bogotá de Andrés con su cartelito de Efe en un aeropuerto caótico, que ahora no me lo parece tanto. <i>Clic</i>. Cuando en la primera noche explorando el barrio, a dos manzanas del hotel nos encontramos de repente con unos ventanales con el símbolo de la agencia, que tantos miedos, desafíos y sueños evocaba. <i>Clic</i>. Esos mismos miedos, desafíos y sueños que me ha tocado enfrentar cada día, con más o menos éxito dependiendo del caso. <i>Clic</i>. Bogotá la caótica, que ahora me parece la más plácida del mundo. <i>Clic</i>. Las noches con sabor a ron y aguardiente, a salsa y vallenato, a abrazos y sonrisas. <i>Clic</i>. Cata y Andrés. <i>Clic</i>. Los días de soledad, de demasiada soledad, en los que todo parecía más pesado, más lento y menos apasionante. <i>Clic</i>. Los viajes al Paraíso, esos en los que El Dorado deja de ser leyenda, en los que comes pescado en la orilla de la playa y saludas a la gente desconocida que se cruza contigo. <i>Clic</i>. Los partidos de fútbol de cada miércoles, la lluvia interminable durante meses y meses, mi primera casa independizado y el empezar a beber cerveza de forma habitual. <i>Clic</i>. Medellín, la que me enamoró. <i>Clic</i>. Echar de menos a mi familia, mis hermanos, mis amigos, mi perro, mi Barcelona y todas esas cosas a las que uno agrega el tan significativo posesivo "mi". <i>Clic</i>. Sentirme más catalán que nunca, más español que antes y más colombiano de lo que pensaba. <i>Clic</i>. Sentirme y aprender a ser periodista. <i>Clic</i>. Despedirme de lo que ha sido, sin duda, mucho más que mi nueva casa, mi nueva ciudad y mi nuevo país, y todas esas cosas de las que te sorprendes poniendo un posesivo delante, pues de repente ya las sientes tuyas para siempre. <i>Y clic</i>. </p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Ahora lo entiendo. Ese último ruido, el que cierra el círculo, es un sonido tranquilo, armónico. Siento tristeza por irme, pero al mismo tiempo estoy extrañamente tranquilo. Sé que he aprovechado la experiencia al máximo y que no puedo arrepentirme de nada, pese a que sé que todo está aún por hacer a esta orilla del mundo. Me voy, pero nunca acabaré de marcharme del todo. Porque, como diría Machado si hubiera sido becario de La Caixa, "<span class="Apple-style-span" style="font-style: italic; ">Becarito que vienes al mundo te guarde Dios, una de las mil Colombias ha de robarte el corazón". <span class="Apple-style-span" style="font-style: normal; ">Cuál de ellas, es cosa tuya, becarioquemesustituye. Pero eso ya lo descubrirás por ti mismo, aunque puede que no lo hagas hasta el último minuto, cuando escuches, sin esperarlo, ese último, cruel, efímero y hermoso <i>clic.</i></span></span></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9a6sA6J0sp3xNbfYW_QdAtQlxyZ9EJWPOGRtbZVj96I1a4N1UKEk3BPOPs-cbaUjb7bIaEqaSis1HeJSsrDknXlzOnGoarJcZ0IfvKdTx1Z-B7JJ_qyc8TLkDVSf_VJf-Gos2WzLrBkk/s1600/DSC03463.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9a6sA6J0sp3xNbfYW_QdAtQlxyZ9EJWPOGRtbZVj96I1a4N1UKEk3BPOPs-cbaUjb7bIaEqaSis1HeJSsrDknXlzOnGoarJcZ0IfvKdTx1Z-B7JJ_qyc8TLkDVSf_VJf-Gos2WzLrBkk/s400/DSC03463.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5548206028206379218" /></a></div>Àlex Cuberohttp://www.blogger.com/profile/15369428017898510506noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-7060849539563689962.post-14561177768128895362010-11-23T01:04:00.008-05:002010-11-23T01:39:20.284-05:00Un miércoles cualquiera<span class="Apple-style-span" style="font-size:x-small;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;">.</span></span><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2xnV6ToGhKN24KzAySUys3lp-5uWfBtxl3aE2iao3W1IuJHQqAfm6XNcQHxKoPtwZrE5UuDy8iTsz_6613Z_IusEQtlBA_nqD2XARn1gb1J_KJEbGRZ6NKt7nCfD3K2Kp9VsUKHmzWUM/s1600/DSCN5231.JPG" style="text-decoration: none;"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 300px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2xnV6ToGhKN24KzAySUys3lp-5uWfBtxl3aE2iao3W1IuJHQqAfm6XNcQHxKoPtwZrE5UuDy8iTsz_6613Z_IusEQtlBA_nqD2XARn1gb1J_KJEbGRZ6NKt7nCfD3K2Kp9VsUKHmzWUM/s400/DSCN5231.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5542628979990025410" /></a><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i>Mi mundo se empezó a desmoronar un miércoles. </i></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Era un día cualquiera, tranquilo, similar a cualquier otro. La mañana fue normal, sin más. Comí en casa, como muchas otras veces. Dormité durante media hora, una siesta corta, sin demasiados festejos. Merendé un habitual bocadillo de Nutella, no más cargado y denso que de costumbre. Nada parecía extraño. Pero no, porque todo iba a ser distinto a partir de aquel día. A partir de aquella llamada. A partir de aquel miércoles que solo parecía un miércoles cualquiera.</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Uno acostumbra a creer que en la vida existen ciertas verdades intocables, dogmas irrefutables que nadie puede, y ni siquiera osa, cuestionar. Por ejemplo, que uno puede bañarse si no ha pasado un cuarto de hora desde que almorzó, sin que eso suponga un mortal corte de digestión. Algo también se puede evitar si, transcurrido ese tiempo, uno se remoja primero la nuca, después las muñecas y a continuación entra poco a poco al agua. También se acostumbra a decir que si uno aguanta la respiración y se queda totalmente inmóvil, esa maligna abeja asesina que está posada en tu brazo no te acribillará a picotazos (esa regla puede aplicarse a los Tyranosaurus Rex, algo que todos sabemos gracias a Jurassic Park, obviamente). O que los 30 son los nuevos 20, los 40 los nuevos 30, y la jubilación es la segunda juventud. O que si aparecen canas, significa que uno no se quedará calvo. Es definitiva, verdades universales que nos ayudan a vivir un poco más tranquilos, a no perder la esperanza, a dormir mucho mejor por las noches. Hasta que llegó aquel miércoles que parecía un miércoles cualquiera.</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Fue una llamada, avisando del primer contagio. Al principio, no hubo más problemas. Sin embargo, mi mente empezó a atar cabos. <i>A ver… uno, dos, tres, cuatro,… ¡mierda, mierda, mierda!</i>. Una larga espera en urgencias, la primera desde que estoy en este país, confirmó los peores presagios. Estaba contaminado. Infectado. Corrompido. Apestado. Diez días de encierro en casa fue la sentencia impuesta por la doctora. Un cautiverio involuntario, separado del resto del mundo. <i>Pero no es posible</i>, dije yo, una y otra vez. ¡<i>Soy inocente!</i>. Pero las evidencias eran claras y contundentes, en forma de puntitos rojos. Tenía la varicela.</p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Sí, en efecto. Esa varicela que solo se puede agarrar una vez. Esa que, una vez la pasas, quedas supermegainmunizado de por vida, en ésta y en la siguiente. Esa varicela de la que es imposible que puedas volverte a contagiar. Una verdad como un puño. Un dogma incuestionable. Uno de esos en los que creía yo ciegamente hasta aquel miércoles que parecía un miércoles cualquiera.</p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9cgmvudPsAfgELwIHTN9pYe6OS-HpMkaGx7dwcUBQBp3Q-_BNo4yUUgAfIf3gsg-qeJx5ihk-CJQu4LnH64ZIxnXBci81WOBt2-WSoaVobHXeKK8HQkp3zAoXPsDGHTyVsvEL_Ht1CCs/s1600/cerdo.gif"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 353px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9cgmvudPsAfgELwIHTN9pYe6OS-HpMkaGx7dwcUBQBp3Q-_BNo4yUUgAfIf3gsg-qeJx5ihk-CJQu4LnH64ZIxnXBci81WOBt2-WSoaVobHXeKK8HQkp3zAoXPsDGHTyVsvEL_Ht1CCs/s400/cerdo.gif" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5542625975945613202" /></a>Àlex Cuberohttp://www.blogger.com/profile/15369428017898510506noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7060849539563689962.post-11763053624169284832010-11-19T21:58:00.010-05:002012-10-10T17:01:05.211-05:00Papá Dios<span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;"><span class="Apple-style-span" style="color: #333333;">.</span></span><br />
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_VQL13MhkmT1E0KsNpWx2heOwGrWMtmLtObLeP8YxzaVw1VSbZP7MivpNdzVPPBfNTih2jAbiPu49qyYHHv8t5sC5dGYQSpYEpDDvIh6HLzNWYlHz0Zhx9R-WVNmnrNHXaxOGPdvw7zU/s1600/barca.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" style="text-decoration: none;"><img alt="" border="0" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5541484521155638994" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_VQL13MhkmT1E0KsNpWx2heOwGrWMtmLtObLeP8YxzaVw1VSbZP7MivpNdzVPPBfNTih2jAbiPu49qyYHHv8t5sC5dGYQSpYEpDDvIh6HLzNWYlHz0Zhx9R-WVNmnrNHXaxOGPdvw7zU/s400/barca.jpg" style="cursor: hand; cursor: pointer; display: block; height: 300px; margin: 0px auto 10px; text-align: center; width: 400px;" /></a><br />
<div style="text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: Helvetica, serif; font-size: 100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 13px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: arial, sans-serif; font-size: 130%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: 16px; line-height: 15px;"><i><br /></i></span></span></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: arial, sans-serif;"><span class="Apple-style-span" style="line-height: 15px;"><i><br /></i></span></span></div>
<div style="font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;">
Bebes otro trago y notas como el ardor se desliza por tus entrañas. </div>
<div style="font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;">
El ron, ese sucio ron que corre por una sucia playa de una más sucia ciudad del caribe colombiano, dilata las pupilas de Miller y suelta su lengua, aquella que confiesa que una vez estuvo encerrada entre los barrotes de una cárcel por vete a saber qué razón. En realidad tampoco importa demasiado, pues todo parece un poco más liviano en comparación al aire nocturno que respiras, tosco, húmedo y cargado, convertido en plomo que se abre paso a marchas forzadas por tus fosas nasales. Incluso la arena es incómoda. Se engancha a tu piel como si fuera un parásito enquistado cuya vida depende de seguir unido a ti. </div>
<div style="font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;">
Cuando consigues deshacerte de ella, un brillo llama tu atención, el resplandor de cientos de pedacitos dorados pegados a la palma de tu mano. Pero no es oro todo lo que reluce, no. Solo la pirita que nadie quiere, y que lucha por aferrarse al primero que pase por ahí, desesperada en su soledad. </div>
<div style="font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;">
Y bebes de nuevo otro pesado sorbo.</div>
<div style="font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; min-height: 16px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;">
A unos metros, una manada de perros corretea libremente por la orilla, al tiempo que Miller descarga su vejiga en dirección a las profundidades del Atlántico. Un cangrejo se agazapa en su agujero a toda prisa, huyendo de toda esa decadencia que solo el Caribe puede convertir en algo bello. Es un personaje curioso, este Miller. Guía turístico, es de esa clase de tipos de los que, en condiciones normales, seguramente te alejarías sin dudarlo. Pero no puede evitar enternecerte cuando te encañona con esa mirada inocente, casi como la de un crío que va descubriendo la vida a golpes y trompicones. Igual que cuando sonríe, de manera torpe y sin demasiados alardes. Como si fuera algo a lo que tampoco estuviera demasiado acostumbrado.</div>
<div style="font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; min-height: 16px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;">
Miller habla. En realidad, habla mucho. Sobre Bolívar, sobre Santa Marta, sobre los indígenas que conoce, sobre los españoles buenos y malos que una vez pasaron por ahí, sobre alguna Historia cierta y sobre otra historia no tan cierta. También sobre cómo ha cambiado su vida y sobre su Papá Dios. Ese a quien atribuye el habernos encontrado, pues dice que somos personas de buen corazón. Ese que para él es medida de todas las cosas, regla general sin excepciones, explicación de todo lo que pueda ocurrir y solución a cualquier imprevisto que pueda surgir. </div>
<div style="font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; min-height: 16px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;">
Insiste en que su Papá Dios nos acompaña, incluso cuando él no vaya a estar, y uno no puede evitar tomárselo a broma. Hasta que de repente, cuando una tormenta tropical se abalanza sobre nosotros para hacernos el camino imposible, unos supuestos amigos de Miller aparecen milagrosamente en lancha, salvadores ellos, para llevarnos a buen refugio y sin cobrarnos nada a cambio. O cuando un taxista intenta vaciarnos los bolsillos ante nuestra cara de occidentales despistados, pero de repente y de la nada, hace presencia una buseta, cuyo conductor nos advierte a tiempo del timo y nos transporta gratis. </div>
<div style="font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;">
Y así una casualidad se sucede tras otra hasta que, en esta orgía de los azares, como si fuera la Capilla Sixtina de la fortuna, una familia de colombianos se apiada de nosotros, nos recoge en nuestro desesperado <i>autostop</i> bajo el sol, nos adopta durante un día, nos alimenta y refresca en una playa cristalina sin tener que pagar nada a cambio, y nos lleva casi literalmente hasta la puerta del hostal en sus enormes <i>4x4</i> de comodidad indescriptible. Es ahí, entonces, cuando uno recuerda las palabras de Miller acerca de su Papá Dios. Y se plantea si quizás… </div>
<div style="font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;">
<i><br /></i></div>
<div style="font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;">
<i>no, no, imposible… ¿Cómo iba a ser eso?</i> -piensa uno incrédulo, entre risas.</div>
<div style="font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; min-height: 16px; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; margin-right: 0px; margin-top: 0px; text-align: justify;">
Pero es al llegar al aeropuerto con el tiempo apurado cuando nos informan que hemos tenido suerte, pues nuestro vuelo sale con retraso y hemos evitado perderlo por poco. Pura chiripa... o cosas de Papá Dios, quién sabe. Solo Miller lo sabe.</div>
Àlex Cuberohttp://www.blogger.com/profile/15369428017898510506noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7060849539563689962.post-27011726871018709672010-11-08T22:52:00.005-05:002010-11-08T23:20:31.393-05:00Un año<span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">.</span></span><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLsxpecxcxJlgnpOyNRVqRNGoKik0ocC2uSHEXWs23O0pBYYxc5Enp4Vo-v8erzSPfI9f1nuoDBfJdNKJBER8FZXgZYQJE9zIbCM5wCvxpAkBhBOmoJ6pLXCycqWSSiVvZAqH46srP248/s1600/DSC03404.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhLsxpecxcxJlgnpOyNRVqRNGoKik0ocC2uSHEXWs23O0pBYYxc5Enp4Vo-v8erzSPfI9f1nuoDBfJdNKJBER8FZXgZYQJE9zIbCM5wCvxpAkBhBOmoJ6pLXCycqWSSiVvZAqH46srP248/s400/DSC03404.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5537394338127263682" /></a><br /><p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica"><br /></p><p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica">23 de diciembre. Vuelo de Avianca. 13.50 horas. Aeropuerto Barcelona El Prat.</p> <p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica; min-height: 16.0px"><br /></p> <p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica">Punto final. O lo que sea que venga.</p><p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica"><br /></p><p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica"><br /></p><p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica"><br /></p><p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica"><br /></p><p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica"><br /></p><p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica"><i>Post Scriptum: Este es el texto que había escrito en un inicio. Conciso y directo, sin rodeos, algo que raramente consigo en el blog. Estaba satisfecho, no quería más. Sin embargo, ha sido al buscar una fotografía que acompañara esas palabras, cuando me he encontrado de repente con el álbum de los primeros pasos en esta ciudad. No sé exactamente qué, pero algo ha crujido dentro de mí. Quizá fueron los recuerdos de aquellos primeros días en que cualquier cosa era sorprendente y hasta lo más horrible me parecía bello. Puede que fuera aquella sensación de pensar que todo estaba por delante, que un año era un infinito y un poco más allá. O tal vez fueran los sueños y los miedos de entonces. Esos -sueños y miedos- que se han ido cumpliendo, sin excepción, a lo largo de este año.</i></p><p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica"><i><br /></i></p><p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica"><i>Un año. Se dice rápido. Tanto, que no me he dado ni cuenta.</i></p><p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica"><i><br /></i></p><p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><i><br /></i></span></p><p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><i>*La fotografía es del primer día en Bogotá, buscando el Parque Simón Bolívar.</i></span></p>Àlex Cuberohttp://www.blogger.com/profile/15369428017898510506noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7060849539563689962.post-13445443748035094302010-10-19T18:58:00.015-05:002010-10-20T15:42:00.307-05:00Historias de Medellín: "Nunca entenderán"<span class="Apple-style-span" style="color:#333333;">.</span><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZAr-rmr40F-dkuHDmu_GsbZkAawmb_jOXKWYnt9Wk3-NHHqi3chcc0250FDmaX4jm_WPtZttW7iqZlfLz8elLIzrBNSrGvmA7L9SkG3rspGpI-s6fUg6lOXKAhYT74IlUZhIiRFlaUqk/s1600/comuna13_omar_uran.jpg" style="text-decoration: none;"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 215px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgZAr-rmr40F-dkuHDmu_GsbZkAawmb_jOXKWYnt9Wk3-NHHqi3chcc0250FDmaX4jm_WPtZttW7iqZlfLz8elLIzrBNSrGvmA7L9SkG3rspGpI-s6fUg6lOXKAhYT74IlUZhIiRFlaUqk/s400/comuna13_omar_uran.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5529954397712803074" /></a><div><div> <p style="text-align: center;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">Grupo de casas de la Comuna 13, en la ladera occidental de Medellín</span></i></p><p style="text-align: center;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i><br /></i></p><p style="text-align: center;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Fabiola apoya su arrugado rostro sobre la barandilla de su balcón y lanza un largo suspiro. A unos metros, su sobrino de tres años, Juan Camilo, un niño sonriente de cabeza enorme, juega plácidamente con un pequeño tractor abollado por los golpes contra el suelo. Ella le mira, tuerce el gesto y vuelve a repetir la misma frase con la que había interrumpido la conversación.<i> Él nunca llegará a entender. Nunca</i>.</span></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">En la Quebrada de Juan Bobo el atardecer no cae, sino que literalmente se derrumba. Desde las alturas, ese barrio de la comuna 1, en la la</span><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">dera nororiental de Medellín, aparece como un conglomerado desordenado y caótico de piezas amontonadas, con calles que serpentean por la escarpada ladera con el único criterio de no saber a dónde se dirigen, a veces subiendo, otras torciendo, en ocasiones escalando y en la mayoría de casos rodando escaleras abajo en la dignidad humana. Cualquier recién llegado podría considerar que ese lugar es, sin duda, el fin del mundo. Y sin embargo, Fabiola vuelve a repetir lo mismo, entre susurros. </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Nunca entenderá. Nunca entenderán.</span></i></span></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Ella sabe que Juan Camilo, y cualquier recién llegado, no comprenderá nunca cómo era sentir el hedor de las aguas residuales flotando calle abajo, expulsadas por desagües que vertían la mierda, sin remordimientos, sobre aquellas grotescas casas y esas vidas apiladas sin esperanza. O cómo era vivir en una casa hecha de tablas, hojalata y, con mucha suerte, con alguna pared de ladrillo que apenas se sostenía. O cómo se acumulaban los muertos, cada vez más jóvenes, que semana tras semana aparecían en cualquier esquina, como si aquel fuera el único futuro seguro para muchos de aquellos chicos, en un territorio pudrido por el narcotráfico. Un rincón del mundo </span><i><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">inmundo, feo y horrible</span></i><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">. De esas palabras se tiñe el recuerdo de esta anciana colombiana.</span></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Pero mientras el día apura sus últimas horas, las farolas recién estrenadas empiezan a iluminar las ahora pavimentadas calles y la treintena de recién construidos edificios de vivienda social que se elevan entre las aún humildes, pero reformadas, casitas de siempre, cuyas cloacas ahora surcan el subsuelo, lejos de la vista de los habitantes del barrio. Fuera, el calor primaveral de la noche antioqueña invita a muchos vecinos a salir a sus balcones a charlar, mientras un grupo de chavales aprovecha los rayos de sol moribundos para montar un improvisado partido de fútbol en plena c</span>alle, esquivando a los paseantes. </p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Porque Fabiola sabe que de su recuerdo a hoy solo han transcurrido seis años. Por eso ella habla de<i> milagro de Dios</i>. Por eso ella no deja de mirar el barrio desde el balcón de su nueva casa, ensimismada, casi incrédula. Por eso ella sabe que ni Juan Camilo, ni cualquier otro recién llegado, serán capaces de entenderlo, por mucho que ella insista y se esfuerce en explicarlo una y otra vez, y las veces que haga falta. Aunque en realidad, mientras apoya su barbilla en el borde de su terraza, parece que fuera ella la que intentara acabar de comprenderlo del todo.</p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p></div></div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjztxzTxDohNc5hu9evcLo90HKMxlhOXaaUA5H5lt607-hMk2SdoTt6OzJmCS1C-K_p2BN6nn82C5oo1WPokgG7UKoBZNZT21SSa1-vmYfbSRziHeSEPq9ETB3prwGsTRgeRzFq9EUNsQA/s1600/comuna560.jpg" style="text-decoration: none;"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 266px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjztxzTxDohNc5hu9evcLo90HKMxlhOXaaUA5H5lt607-hMk2SdoTt6OzJmCS1C-K_p2BN6nn82C5oo1WPokgG7UKoBZNZT21SSa1-vmYfbSRziHeSEPq9ETB3prwGsTRgeRzFq9EUNsQA/s400/comuna560.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5529950514469652146" /></a>Àlex Cuberohttp://www.blogger.com/profile/15369428017898510506noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7060849539563689962.post-2917036384902155292010-09-22T23:29:00.006-05:002010-09-22T23:40:11.519-05:00Ben<span class="Apple-style-span" style="color:#333333;">.</span><br /><object width="480" height="385"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/zr5mCBFejIE?fs=1&hl=es_ES"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowscriptaccess" value="always"><embed src="http://www.youtube.com/v/zr5mCBFejIE?fs=1&hl=es_ES" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="480" height="385"></embed></object><br /><br /><p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica"><br /></p><p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica">Perquè avui és un d'aquells dies</p> <p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica">en que qualsevol cançó de Ben Harper</p> <p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica">és al mateix temps el remei i la malaltia,</p> <p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica">potser de tot i probablement de res.</p> <p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica; min-height: 16.0px"><br /></p> <p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica"><i>"Further along we just may</i></p> <p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica"><i>but for now it's just another lonely day"</i></p> <p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica">canta repetidament una veu encongida, </p> <p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica">tantes vegades que ja no sé on s'acaba</p> <p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica; min-height: 16.0px"><br /></p> <p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica">aquest dia solitari, tot just com qualsevol altre.</p><p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica"><br /></p><p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica"><br /></p><p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica"><br /></p>Àlex Cuberohttp://www.blogger.com/profile/15369428017898510506noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7060849539563689962.post-2152740937412161142010-09-16T23:42:00.002-05:002010-09-16T23:46:38.602-05:00Becarios<span class="Apple-style-span" style="color:#333333;">.</span><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSHqpTXzEbuLSByV-joiKgI_eANEUZgqv1ujhtA3IjC28cDrAIb1gDPQwgHuSx65ng5Q4HeJpmu2_BYKLSHpGiEvU8n_MrPp2lSE_wK4TWKj5chgNYDlQ2laYkXOuJRSjnVYToaRMtNm4/s1600/20100915elpepivin_1.gif"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 278px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSHqpTXzEbuLSByV-joiKgI_eANEUZgqv1ujhtA3IjC28cDrAIb1gDPQwgHuSx65ng5Q4HeJpmu2_BYKLSHpGiEvU8n_MrPp2lSE_wK4TWKj5chgNYDlQ2laYkXOuJRSjnVYToaRMtNm4/s400/20100915elpepivin_1.gif" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5517738353904288034" /></a><p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica"><br /></p><p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica"><i>Strauss-Kahn alerta del peligro de que el alto paro juvenil cree una "generación perdida". </i>(<a href="http://www.elpais.com/articulo/economia/Strauss-Kahn/alerta/peligro/alto/paro/juvenil/cree/generacion/perdida/elpepueco/20100913elpepueco_14/Tes"><span class="Apple-style-span" style="color:#CC6600;">El País</span></a>)</p> <p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica; min-height: 16.0px"><br /></p> <p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica">Pues eso.</p>Àlex Cuberohttp://www.blogger.com/profile/15369428017898510506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7060849539563689962.post-2251068917269548762010-08-29T17:43:00.004-05:002010-08-31T18:12:27.453-05:00Este azul<span class="Apple-style-span" style="color:#333333;">.</span><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_rEEbu1Z_oodrpygI92K63xQh5G1PDv_ZGp4_lW47xZI0hJ-q2CbZ3p_w1f5qoVmqoKvQEy13jDhK-sTod7ejGTfiD3WDqPAFD7dbZf7dhKUTTseYG7tXEfUTVSr_c0Yb1MkOADnxxY8/s1600/DSCN0379.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_rEEbu1Z_oodrpygI92K63xQh5G1PDv_ZGp4_lW47xZI0hJ-q2CbZ3p_w1f5qoVmqoKvQEy13jDhK-sTod7ejGTfiD3WDqPAFD7dbZf7dhKUTTseYG7tXEfUTVSr_c0Yb1MkOADnxxY8/s400/DSCN0379.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5511711379252811906" /></a><p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica"><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:Georgia, serif;font-size:130%;"><span class="Apple-style-span" style=" font-style: normal;font-size:16px;"><br /></span></span></i></p><p style="text-align: center;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i>Estos días azules y este sol de la infancia.</i></p><p style="text-align: center;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i><br /></i></p> <p style="text-align: center;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">El último verso que Antonio Machado escribió antes de morir. El que alguien encontró escrito en un papel arrugado en uno de los bolsillos del poeta. El que me vino a la cabeza cuando el avión despejaba rumbo a Bogotá, nuevamente. El azul acogedor de las paredes de mi habitación y el intenso azul del cielo de Barcelona. El adolescente azul del mar y el pecoso azul de su mirada. El de tantas y otras cosas que dejo atrás, mientras el avión se pierde en dirección a este desconocido sol de la madurez.</p>Àlex Cuberohttp://www.blogger.com/profile/15369428017898510506noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7060849539563689962.post-13994335997804915722010-08-14T16:03:00.004-05:002010-08-31T18:12:44.821-05:00Casa<span class="Apple-style-span" style="color:#333333;">.</span><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtzhnCXc93bxwoXWy-aGlQS_AlSkjFKDDs6Obtgj9gyJ3eENuIlfshxE38KfIU6ADZqIfvMxOnVa-_Z2udMHsGvxOVpfFH0_V0qVHrRwiNOed2la_Qy8VCbCGHnNPTEWnyl36kJlkL0Jg/s1600/DSCN0273.JPG" style="text-decoration: none;"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtzhnCXc93bxwoXWy-aGlQS_AlSkjFKDDs6Obtgj9gyJ3eENuIlfshxE38KfIU6ADZqIfvMxOnVa-_Z2udMHsGvxOVpfFH0_V0qVHrRwiNOed2la_Qy8VCbCGHnNPTEWnyl36kJlkL0Jg/s400/DSCN0273.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5511316227379848594" /></a><p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica"><br /></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Es curioso que muchas veces uno nota que está en <i>casa</i> antes de llegar a ella, simplemente cuando empieza a aparecer en los detalles más insignificantes, como en las palabras. Uno se sorprende, por ejemplo, cuando en el avión de Bogotá a Madrid las azafatas te ofrecen un <i>zumo</i> y no un <i>jugo</i>. Incluso más aún cuando, al preguntar, descubres que los exóticos sabores a los que por obligación te has tenido que habituar, como el <i>maracuyá</i>, el <i>lulo</i>, el <i>mango</i> o el <i>mandarino</i>, han sido sustituidos por los clásicos españoles <i>naranja</i> o <i>piña</i>. Aburridos, sí, pero familiarmente aburridos. Sobre todo para la estabilidad de tu estómago.</p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Y es que el avión es en el fondo un limbo extraño donde se diluye y mezcla lo ajeno y lo propio. Los sonoros <i>chaos</i> latinoamericanos se entremezclan entre los rudos <i>adioses</i> castellanos y, más adelante, los suaves <i>adéus</i> catalanes. Por no hablar de la típica familia peninsular de carcajadas sonoras en conversaciones a tanto volumen que pueden escucharse de punta a punta del avión, o las películas dobladas, eso tan típicamente nuestro por mala suerte. Uno empieza, entonces, a captar esos pequeños detalles que casi pasan inadvertidos, pero que te advierten de la vuelta a <i>casa</i>. El lirismo de los acentos latinoamericanos da paso a la prosa de la voz castellana. Los niños son un poco más inaguantables, las familias hablan discutiendo y el inglés del piloto de Iberia es infinitamente más malo. Y es por ello que sabes que te acercas a <i>casa</i>.</p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Pero de repente escuchas, durante el vuelo de Madrid a Barcelona, que una mujer española comenta a su marido, con un tono algo despectivo, que el avión está "<i>lleno de venezolanos</i>", un más que curioso eufemismo para no utilizar el denostado <i>sudacas</i>. Y a raíz del comentario, te percatas del acento, en realidad colombiano, de la chica del asiento de atrás, o que dos filas adelante dos venezolanos hablan entre sí, algo en lo que no habías caído pese a que hacía tiempo que sus voces se escuchaban de fondo con perfecta claridad. Pese a llevar un buen rato en ese avión, no te habías percatado del acento sudamericano de unos o el tono oscuro de las pieles de otros, aspectos que han pasado a formar parte de lo que consideras <i>familiar</i>. Y es ahí cuando descubres que el término <i>casa</i> en realidad ya nunca será el mismo de antes, y que vuelves a tu <i>casa</i> en Barcelona, sí, pero dejas tu otra <i>casa</i> al otro lado del charco. La que ya forma, sin haberte dado cuenta, parte de tu vida.</p>Àlex Cuberohttp://www.blogger.com/profile/15369428017898510506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7060849539563689962.post-5189202222374409242010-08-13T18:22:00.000-05:002010-08-30T16:32:29.451-05:00Trampas para pájaros<div style="text-align: justify;"><p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica; min-height: 16.0px"><br /></p> <p style="text-align: left;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;">Hace cuatro años, el cáncer carcomía a mi abuelo. Ya hacía tiempo que esa enfermedad le había ido apagando la vida, quitándole poquito a poco lo que había sido. Una noche de verano, tras horas dando vueltas interminables en la cama e incapaz de poder conciliar el sueño, me senté a escribir, aunque hoy, cuatro años después, más bien diría que simplemente me puse a vomitar como un desesperado. Una purga de miedos, lamentos, tristezas, impotencias e iras contra el mundo. Expulsé todos esos sentimientos estancados que había guardado durante demasiado tiempo dentro de mis pensamientos, escondí este texto y, entonces, cerré los ojos y pude dormir. Aproximadamente diez días después, la vida de mi abuelo dijo basta. Solo entonces me decidí a dejar leer a otra persona aquello que había escrito únicamente para desahogarme en una noche de verano sin sueños. En su entierro, fue la lectura que le despidió.</span></i></p> <p style="text-align: left;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><i><br /></i></p> <p style="text-align: left;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;">Hoy, una persona muy especial para mí se enfrenta, indirectamente, a una situación parecida a la que pasé entonces. Quizás le sea útil este texto. Puede que no. No es un escrito optimista, y aunque lo pueda parecer en muchos momentos, tampoco es lo contrario. En todo caso, para ella son estas palabras, las que en aquel momento tan complicado de mi vida sentí y guardé, aunque no olvidé.</span></i></p></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: center;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiEIdCVFN6fEeM7COoOyRkkDjFZiB-vh0BulB88MAXbKKayZsF-EFwcwyUMdo7PX0_3Sl4kMLfzFSXgiqIo0qhOR5W63W7m2kipDJSEPsTqc_rBCa-chNgTaiSpp9eS3C44YXDFWLE8ES0/s400/tytyytyyt.1.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5509500453471005250" /></div><div><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Hace unos días, mientras me encontraba rodeado de instantáneas de momentos inolvidables, de sonrisas eternas y de juventudes pasadas, me di cuenta que la vida pasa veloz. </p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Sentado en la cama de mis abuelos, observaba álbumes de fotografías, algunas más recientes, otras de un tiempo en que yo aún no era ni un atisbo de imaginación. Imágenes de personas jóvenes que ahora se consumen, de perspectivas y esperanzas, de recuerdos que en aquel momento eran ilusiones. Mientras miraba esas fotos, mis pensamientos circulaban curiosos alrededor de frases como "<i>mira qué joven el iaio</i>", "<i>qué guapa era la iaia</i>" o "<i>¡Dios, mi padre con pelo largo!</i>". Un pasado que ahora se detiene en mí, pero que continuará en mis hijos y sus hijos, que algún día mirarán imágenes de mi juventud presente, fotos que me hice ayer con mi novia, pero que dentro de unos años formaran parte de algo que fui, de algo que viví.</p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Bajo al comedor donde se encuentra mi abuelo, débil, consumiéndose por ese mal que recorre los rojos torrentes de vida, y que ahora le ha restado su fuerza para convertirle en alguien sin esperanza. Mi abuela está triste. Siempre ha sido una mujer fuerte, una gallega de Viveiro, Lugo, forjada en el trabajo y en la dedicación diaria, pero que ahora ve que la persona con la que siempre ha estado ha cambiado, y no voluntariamente. Le comprendo, pues yo también estoy triste. Miro a mi abuelo y no asimilo la realidad. Aún continúo viendo a ese hombre de setenta y pocos, vital, activo, amante de las maquetas, de su querido sufrimiento azulgrana, siempre con su diario <i>Sport</i> en la mano, siempre con su cuidado jardín, sus flores, sus plantas, sus conchas, su Barceloneta y su mar. Veo en él al trabajador del puerto que fue, al joven que un día se enamoró de una guapa gallega que servía en la casa en la que él trabajaba, al hermano que perdió a uno de sus iguales, al catalán que se siente eternamente orgulloso de su tierra y al fumador incansable de esos puros que parecían eternos e inagotables.</p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Me siento a su lado. </p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Él mira al vacío, pensando en nada, quizás en todo esto. Le acaricio la rodilla y él me sonríe. Mi mirada se pierde entonces en ese jardín floreado de verano, en esos pétalos de tono lila que tantas veces mis hermanos y yo hemos hecho caer mientras pateábamos un balón en finales a vida o muerte que hacían enfurecer a mi abuela por esos disparos ruidosos contra la puerta metálica, que ya no era puerta, sino portería de un estadio eufórico, bajo la sombra del limonero que hacía a su vez de portería contraria. Mientras observo esas plantas, aparece un recuerdo de niñez: las trampas para pájaros que mi abuelo me enseñó a hacer, y que cada día repetíamos para después soltar esos animales que cada día eran distintos, al mismo tiempo que saboreábamos el placer de haber cazado temporalmente a unos pajarillos insensatos que caían en nuestra pequeña trampa rudimentaria. Tras explicar ese recuerdo a mi abuelo, él respondió con un <i>"sí... hemos hecho muchas cosas..."</i>, al mismo tiempo que bajaba la mirada.<i> "Y las que nos quedan por hacer, ¿no?</i>", le pregunté, mientras él asentía a modo de respuesta.</p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Ahora pienso en esas fotos. Algún día yo miraré mis propias fotos, mis propios recuerdos, esperanzas y felicidades retratadas, sinceras o fingidas. Y mi preocupación es si ese día, mientras observo lo que fui, sentiré si mi vida ha valido la pena, si la he aprovechado lo suficiente. La vida es fugaz, y cada momento que pasa es irrepetible. Nos pasamos los años preparándonos para el futuro, forjándonos para el mañana, sin pensar que quizás mañana miraremos atrás queriendo volver a recuperar esos segundos de nuevo. En el fondo son miedos. Miedo a crecer, temor a cambiar. Miedo a que mi vida quizás no sea lo que esperaba, a que las cosas no salgan bien. Miedo a que todo lo que he conocido desaparezca, sin saber que es lo que le sustituirá. Hasta ahora mis abuelos siempre han estado en mi vida, han sido algo normal, una pieza más del puzzle de mi cotidianidad. Pero ahora que una de las piezas se escapa, no logro entender cómo será el futuro, cómo será ese momento en que yo hable de mi abuelo como algo que fue, y no como alguien a quien mañana puedo llamar por teléfono. En qué momento se convertirá en fotografía y no en persona, en la que su voz será un recuerdo y no una realidad. Y no logro comprender cuando también serán recuerdo mis padres, o uno de mis hermanos con los que me habré convertido en adulto y crecido con ellos, o mi compañera a la que habré amado, o mis amigos con los que me habré ido arrugando, o yo mismo, el día que sienta que mi vida se escapa y que este mundo ha cambiado demasiado para un viejo que nació en el anticuado siglo XX.</p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">No logro entender ese día ni ninguno, ya que es algo imposible de hacer. Ahora por primera vez he sentido algo parecido, pero ni siquiera en este momento soy capaz de asumir esta situación. Ni aún llorando todo lo que he llorado, sufrido lo que sufrido y he visto sufrir a mi padre. Ni creo que lo comprenda en el momento exacto en que pueda ocurrir el día en que mi abuelo pase a ser fotografía, imagen y recuerdo. Lo aceptaré como ahora lo acepto, como ahora miro a mi abuelo, con perfecta calva donde antes había un pelo que moría en las entradas de su frente, con esas piernas delgadas donde antes habían las rodillas de un viejo que fue futbolista y que aún disfrutaba disparando a esa puerta que es portería, a ese limonero con punto de penalti, mientras mi abuela nos gritaba y le gritaba a él también, pues el viejo era niño; con esa mirada vacía donde antes habían unos pequeños ojos profundos, dos puñaladas en la cara, que yo he heredado; con esas manos ahora débiles, que antes habían construido ciudades enteras en miniatura, pueblos encogidos y embarcaciones de maravilla que nunca llegaban a su pequeño mar; con ese cuerpo antes ligeramente barrigudo y hambriento de las buenas comidas de su esposa, que ahora solo pierde tamaño, mientras pierde el hambre y pierde el alma; con esa voz que antes discutía con mi padre de nimiedades de forma acalorada, y que ahora solo atisba a hablar sin fuerza, sin tono, como si cada palabra se erigiera en un esfuerzo enorme.</p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Antes mi abuelo bajaba cada día a su sótano, su cuartel general. Esa cueva dónde podías encontrar libros de épocas pasadas, maquetas que ocupaban estanterías y mesas enteras, esa escopeta de perdigones que tantas veces disparé contra cajas vacías, espadas que me hicieron imaginarme luchas increíbles, tuercas, tornillos y alambres que me convirtieron en inventor frustrado, cajas de juguetes con los que nos divertíamos durante horas, ese microscopio que despertaba mi furor por saber de las cosas, cajas de fotos que me enseñaron de dónde vengo, y miles de objetos con los que pasé horas y horas en ese pequeño sótano angosto de escaleras sinuosas. Ese mundo al que ahora él no puede bajar, el mundo que él construyó y que ahora se le escapa de sus posibilidades físicas. Como aquellos pájaros que mi abuelo y yo cazábamos, ahora él se encuentra enjaulado. Pero algún día, como aquellos pájaros atrapados, volverá a recobrar su libertad, y pasará a ser un recuerdo de mi juventud pasada, que yo también recordaré con nostalgia, mientras mi nieto me preguntará: <i>"Y lo que nos queda por hacer, ¿no, iaio".</i></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i><br /></i></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i><br /></i></p><p style="text-align: right;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i>Trampas para pájaros</i></p><p style="text-align: right;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i>18 de julio de 2006</i></p> <p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica; min-height: 16.0px"><br /></p></div>Àlex Cuberohttp://www.blogger.com/profile/15369428017898510506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7060849539563689962.post-22658028081495795642010-08-13T09:19:00.012-05:002010-08-31T18:13:01.597-05:00El sonido de los helicópteros<span class="Apple-style-span" style="color:#333333;">.</span><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjizKhM4gshfyxBMo9t1EBljiBhT47yNttRya4qYiPCc8OiwquOM5cjSIq716Xv7yqEJ8ZFS0bNGSx8fAg3Drc6Ke2T1jCHEIIfXv0BknSZE0nAqpORdIuxcjwy178Qjkb5INNcdDFHmkg/s1600/DSCN3620.JPG" style="text-decoration: none;"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjizKhM4gshfyxBMo9t1EBljiBhT47yNttRya4qYiPCc8OiwquOM5cjSIq716Xv7yqEJ8ZFS0bNGSx8fAg3Drc6Ke2T1jCHEIIfXv0BknSZE0nAqpORdIuxcjwy178Qjkb5INNcdDFHmkg/s400/DSCN3620.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5504908857600988194" /></a><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Me despierta lo que creí que había sido un fuerte trueno, uno más de esos que se escuchan en estos meses de lluvias interminables en Bogotá. Recuerdo que pensé que había sido más sonoro de lo habitual, pero seguí durmiendo sin preocuparme. Al rato, suena el teléfono.</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i>"- Àlex, ve corriendo a casa de Leo, ahí está Mauricio. Ha tomado unas primeras imágenes con su cámara, todo el mundo las está pidiendo en Madrid. Sal corriendo y ve hacia ahí ahora mismo!.</i></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i>-Ok, ok.. en seguida voy hacia ahí… pero.. qué ha pasado?</i></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i>-¿Cómo?¿No lo sabes??!!.</i></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i>-Pues no… estaba durmiendo...</i></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i>-Àlex, han puesto una bomba <a href="http://www.elmundo.es/america/2010/08/13/colombia/1281659702.html"><span class="Apple-style-span" style="color:#CC6600;">en nuestro edificio</span></a>."</i></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Al despejarme tras la súbita noticia, supe al momento que no era una broma, porque escuché helicópteros sobrevolando el barrio. Los helicópteros son siempre un mal presagio. En condiciones normales, su sonido no irrumpe en la ciudad. Solo el caos los atrae. Su vuelo sobre nuestras cabezas supone que algo se ha roto en nuestra normalidad. Igual que el sonido al pisar cristales en el suelo o las sirenas de policía. No es su sitio natural, ni la ciudad para los helicópteros ni nuestras suelas de zapato para los cristales.</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Bajo mi calle corriendo y llego a la Séptima, una de las arterias principales de la ciudad, a esas horas habitualmente repleta de busetas, cláxones y gente medio dormida dirigiéndose a sus puestos de trabajo. Ayer el panorama era totalmente diferente. Ni un solo vehículo, gente marchándose del lugar o acercándose a curiosear. Bomberos y policías. Vallas acordonando la zona. Y helicópteros, con ese sonido perturbador.</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8zyAAhAXZX6FLnHQaN2jP5SlFjMj9T3wZAkfVeh6e-9Aom1fOxabNZCh29y3W4tkokgf0AHUqXY_HKzIDlTDuUxchdDziugnQPIXQPHhMzN6oofx6gwlqstYFjecUsarl1Lwh1X6f0M4/s1600/DSCN3571.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8zyAAhAXZX6FLnHQaN2jP5SlFjMj9T3wZAkfVeh6e-9Aom1fOxabNZCh29y3W4tkokgf0AHUqXY_HKzIDlTDuUxchdDziugnQPIXQPHhMzN6oofx6gwlqstYFjecUsarl1Lwh1X6f0M4/s400/DSCN3571.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5504912971183282386" /></a><br /><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">El acceso al edificio de Caracol Radio, donde Agencia Efe también tiene la sede de su delegación en Colombia y de la Mesa central de América Latina, es imposible. La casa de uno de los fotógrafos de la agencia se convierte en una improvisada redacción. Cuando más tarde por fin nos dejan acceder al edificio, lo primero que hago es agarrar la cámara de vídeo y buscar la manera de llegar al lugar de la explosión. La redacción de Efe <a href="http://www.eltiempo.com/colombia/bogota/efe-no-sufrio-danos-con-atentado_7859486-1"><span class="Apple-style-span" style="color:#CC6600;">está intacta</span></a>, pero no así el vestíbulo de acceso a la torre donde se ubica, lleno de cristales esparcidos por todas partes, o la entrada a la torre de Caracol, cuyo techo parece aguantar milagrosamente.</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Tras varios minutos, consigo llegar a la zona cero, aunque más bien es una zona de guerra en toda regla. Agentes de la Fiscalía escarban entre las cenizas y las piedras, buscando restos del coche. Las oficinas de Bancolombia y el BBVA han literalmente desaparecido. Las paradas de autobús frente a las que estalló el coche-bomba son simplemente esqueletos de metal. No puedo evitar pensar qué hubiera ocurrido si el atentado hubiese pasado una hora más tarde, cuando esa zona empieza a ser un bullicio, y esa idea me incomoda, pues la palabra masacre es lo único que consigo articular, algo que por suerte solo está en mis pensamientos sobre qué podría haber sido. Alzo la vista a los edificios de enfrente, todos viviendas. Sin quererlo, la estampa me trae aquellos recuerdos de niñez de la guerra de Yugoslavia a través de las pantallas de televisión, con los edificios descompuestos, sin cristales en las ventanas, y gente triste mirando a través de ellas. Ayer todos los edificios de Bogotá parecían más viejos, más grises. Cuando vuelvo a bajar la vista, veo entre los agentes de la policía judicial algo en lo que no me había fijado hasta entonces: el agujero de la explosión. Un boquete en el centro financiero de la capital, en uno de los edificios más emblemáticos, en <a href="http://www.elmundo.es/america/2010/08/13/colombia/1281654776.html"><span class="Apple-style-span" style="color:#CC6600;">la voz de varios medios de comunicación</span></a>, en el corazón de todos los bogotanos. Hacía cuatro años que no asistían tan cerca a una escena así.</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Por eso, horas más tarde, decenas de ciudadanos se van agolpando paulatinamente en la plaza frente al edificio, convocados por Twitter y otras redes sociales, hasta que el lugar se llena de velas y pancartas en contra del terrorismo. Solo las luces de los vehículos de bomberos y policía que aún permanecen en la zona consigue iluminar más que esos pequeños cirios. Pero uno a uno, consiguen llenar simbólicamente ese agujero en mitad de la ciudad. Acallar las hélices de los helicópteros y apagar el color rojo de las luces de las sirenas de policía. E incluso también silenciar aquel trueno que pareció de una tormenta que nadie esperaba. Aunque hoy me despierte nuevamente con el sonido de los helicópteros, que siguen patrullando una ciudad que tardará tiempo en recuperar su normalidad.</p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:Georgia, serif;font-size:130%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:16px;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:Helvetica, serif;font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:13px;"><br /></span></span></span></span></p><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgI6RTGmHlnJnz_ugF4HmH0deqP3a1rhT5yaT2rBdw6kvP2wKw9nCS1mGXNZfcMJlj7nYlBXwnefBmTQRz0KCEJhUxmdQ84QFRQK68TWxTTG1ERSDElipS0gOyF42yJH-7J0Na1KmsJplA/s1600/DSCN3641.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgI6RTGmHlnJnz_ugF4HmH0deqP3a1rhT5yaT2rBdw6kvP2wKw9nCS1mGXNZfcMJlj7nYlBXwnefBmTQRz0KCEJhUxmdQ84QFRQK68TWxTTG1ERSDElipS0gOyF42yJH-7J0Na1KmsJplA/s400/DSCN3641.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5504904297471359698" /></a><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhox1UF8ycRnrE0m1keUglyitIdRyC4QJQORdp1T3G_3KkRS9i3uj2lEFb3goW81W2LGjNEO-MgxHuD-vhFWtr0Qh5M3ZLUoEE_ttWF9SKHqS-4EAmM1S_7-dwiCskdWRSKpUUwmeroJRk/s1600/DSCN3633.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhox1UF8ycRnrE0m1keUglyitIdRyC4QJQORdp1T3G_3KkRS9i3uj2lEFb3goW81W2LGjNEO-MgxHuD-vhFWtr0Qh5M3ZLUoEE_ttWF9SKHqS-4EAmM1S_7-dwiCskdWRSKpUUwmeroJRk/s400/DSCN3633.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5504904293000215666" /></a><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjv5adC0T3fahsi-MfDN52mjFRkYnkEfSO5GmYNsxSR-k-faAzepLDAXrTvk1hG1trtN30nRw3bxSJ-SNc-scqhssYCpGAFTtYZP-UAwjeklO7AIJO4tjVqLCxUzAzIJ48E-NIJqKuCj18/s1600/DSCN3622.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjv5adC0T3fahsi-MfDN52mjFRkYnkEfSO5GmYNsxSR-k-faAzepLDAXrTvk1hG1trtN30nRw3bxSJ-SNc-scqhssYCpGAFTtYZP-UAwjeklO7AIJO4tjVqLCxUzAzIJ48E-NIJqKuCj18/s400/DSCN3622.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5504904283602642530" /></a><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPmQiOZoUwfHGct34gfaT_zaso5824MX3NpwL9USF_IW3ql55mWT_JNulA91AU7QWXwjry55LbUCtz_OU-2TC6rxrs1_TUK1fF9jMzMa8H4RjVyPptMIqPVN84X8i6YMIo8OuPPWXFOSM/s1600/DSCN3596.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPmQiOZoUwfHGct34gfaT_zaso5824MX3NpwL9USF_IW3ql55mWT_JNulA91AU7QWXwjry55LbUCtz_OU-2TC6rxrs1_TUK1fF9jMzMa8H4RjVyPptMIqPVN84X8i6YMIo8OuPPWXFOSM/s400/DSCN3596.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5504904277327993970" /></a><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiG2c4ZvkAuJWn-NdaTgE_c-LJ8_JhYUmwDQw4cdmWfqGlQif-gHNsdcN277NAdCpghoWys7vNaWoFqcdZhwfo8p9uoMrSWbMsYHyijtCqOT2xBQ6p73A14xAHzoLFRx817Rv2VfozUIAQ/s1600/DSCN3595.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 300px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiG2c4ZvkAuJWn-NdaTgE_c-LJ8_JhYUmwDQw4cdmWfqGlQif-gHNsdcN277NAdCpghoWys7vNaWoFqcdZhwfo8p9uoMrSWbMsYHyijtCqOT2xBQ6p73A14xAHzoLFRx817Rv2VfozUIAQ/s400/DSCN3595.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5504904271538450082" /></a><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXnLg1nR0FLr3J2CiHdt8omuHIzcZGsKf7HNHbP1wr2MXbOMEs7UUx8aunZsoktJWP-e1rL7-79C3hTk3UNY_4FK8l97EPaEgP2cJZSQKXbdlnPq3rFotam6rQ0OtE4B1aqLLBPcH5W8k/s1600/DSCN3651.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 300px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXnLg1nR0FLr3J2CiHdt8omuHIzcZGsKf7HNHbP1wr2MXbOMEs7UUx8aunZsoktJWP-e1rL7-79C3hTk3UNY_4FK8l97EPaEgP2cJZSQKXbdlnPq3rFotam6rQ0OtE4B1aqLLBPcH5W8k/s400/DSCN3651.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5504907025441398754" /></a><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhryqNvG7Y8qtUGSbdJZQMc8cBzf6NJFQ1i05RKjwdAZsL1GJWkfI6Mb3cs1RQp_9zMxAx0jK1tAdRFdwYWzJVPt3lSC06WLsuwjoQkeW13yN0WcGO12kaOih1ryD_ScoUk94VSpegPwLs/s1600/DSCN3648.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhryqNvG7Y8qtUGSbdJZQMc8cBzf6NJFQ1i05RKjwdAZsL1GJWkfI6Mb3cs1RQp_9zMxAx0jK1tAdRFdwYWzJVPt3lSC06WLsuwjoQkeW13yN0WcGO12kaOih1ryD_ScoUk94VSpegPwLs/s400/DSCN3648.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5504907018078983506" /></a><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjliG7ZWzRDEeV3_BgfwRfSutsK1lGeXRublxzb7n8LP22VWh74GIe9zK6o4oU7Me07r6mrCqHPwTZxVO_OzT4eqqpu75CoX6tozvxOlgBMj3mg0r8UsZK3h0Cx60UqtGQpJ_esPpvJcms/s1600/DSCN3647.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjliG7ZWzRDEeV3_BgfwRfSutsK1lGeXRublxzb7n8LP22VWh74GIe9zK6o4oU7Me07r6mrCqHPwTZxVO_OzT4eqqpu75CoX6tozvxOlgBMj3mg0r8UsZK3h0Cx60UqtGQpJ_esPpvJcms/s400/DSCN3647.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5504907011352662754" /></a><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiE5O48MIDd7wTCfziZI8aeHIiK4YQvB799ym0Tq7tzO5g0YG9jelaeg4edzQAvIYwLnXrLtNNnKPPTPjuVrlWUNRuJZSSkMdIJKxuj3QhrkeqqO0TK_l5PzencC_nIN_DJAOjT51EvaTo/s1600/DSCN3645.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiE5O48MIDd7wTCfziZI8aeHIiK4YQvB799ym0Tq7tzO5g0YG9jelaeg4edzQAvIYwLnXrLtNNnKPPTPjuVrlWUNRuJZSSkMdIJKxuj3QhrkeqqO0TK_l5PzencC_nIN_DJAOjT51EvaTo/s400/DSCN3645.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5504906998186787042" /></a><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinnY0l6H8qZyPbLEyJmRLpwOcxQXuLWU1OydaNTL4u-Dpexw0o7PZ4DGO1maKTwwjQcS3bNCXVgChgSuaSD7ULJFf7NpX8zgJGmYgkAmjYZDCiSz67lxl-nJVcPhuKN5AvXb6cpnigR5U/s1600/DSCN3671.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 300px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinnY0l6H8qZyPbLEyJmRLpwOcxQXuLWU1OydaNTL4u-Dpexw0o7PZ4DGO1maKTwwjQcS3bNCXVgChgSuaSD7ULJFf7NpX8zgJGmYgkAmjYZDCiSz67lxl-nJVcPhuKN5AvXb6cpnigR5U/s400/DSCN3671.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5504907033201789842" /></a><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgV34DhDDsQzfy-4QrNF-oy2JHN4_MaD-BBfPPmKQtR53VwPgoLtWTnHiTZvzCuaK2TrG5-hHyYG0MtxirSUGXJfG_48-eb_cLdQiEhV3GG-MQZJtRUNt_GBQWH94Kn9N7iYsaleGXA7sM/s1600/DSCN3680.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgV34DhDDsQzfy-4QrNF-oy2JHN4_MaD-BBfPPmKQtR53VwPgoLtWTnHiTZvzCuaK2TrG5-hHyYG0MtxirSUGXJfG_48-eb_cLdQiEhV3GG-MQZJtRUNt_GBQWH94Kn9N7iYsaleGXA7sM/s400/DSCN3680.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5504908853139901458" /></a>Àlex Cuberohttp://www.blogger.com/profile/15369428017898510506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7060849539563689962.post-31578620338720640072010-08-10T23:58:00.014-05:002010-08-11T00:45:37.481-05:00El partido del siglo<div style="text-align: left;"><br /></div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUs7fxj2g43Pc6gtR3GSr3XNLcXee6pCJ8ZZh3gEQJdJ4kSf0ed9o6odLJq0eEmaClRUqr-LNeaUxoIp6m_tFi8whu4Srg2RWuszgH0P9B_rJgpMUr8gOrW7Qqx4b9EArwIV6cXOHD3xE/s1600/bolivia_colombia_eliminatorias.jpg" style="text-decoration: none;"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 276px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUs7fxj2g43Pc6gtR3GSr3XNLcXee6pCJ8ZZh3gEQJdJ4kSf0ed9o6odLJq0eEmaClRUqr-LNeaUxoIp6m_tFi8whu4Srg2RWuszgH0P9B_rJgpMUr8gOrW7Qqx4b9EArwIV6cXOHD3xE/s400/bolivia_colombia_eliminatorias.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5504015718921999042" /></a><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">No es que un Bolivia-Colombia sea el partido del año, ni siquiera el del mes o el de la semana, y puede que ni tan solo el del día. Seguramente, os importará un comino que Jhon Viáfara sea la referencia de juego de los colombianos, o que los cuatro goles en cuatro partidos de Liga del ex delantero del Steaua de Bucarest Dayro Moreno le conviertan en el máximo peligro del equipo de Hernán "Bolillo" Gómez, entrenador de los "cafeteros", al que ni siquiera lleguéis a conocer. Obviamente os dará igual que el jovencísimo Alcides Peña debute en una selección boliviana con una dupla atacante inédita, dada la baja de su estrella Marcelo Martins, o que el entrenador de la "Verde" no haya convocado a ningún jugador del equipo líder del torneo boliviano, The Strongest, cuyo nombre ocasionaría incluso alguna broma que otra. Hasta podría apostar todos mis ahorros a que os resbala que el jovencísimo delantero Carlos Bacca tenga muchas posibilidades de jugar la Copa América con Colombia, como una de las estrellas emergentes de su país con el Júnior de Barranquilla, ganador del Apertura.</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Y os entendería perfectamente, si no fuera porque yo estoy viviendo este partido como la final del Mundial. Y no porque haya dejado de lado a mi Barça y mi pasión por el fútbol andino se haya desatado, no se trata de eso ni mucho menos. La razón se encuentra cuando hace aproximadamente una semana, mientras yo escribía en Bogotá la previa del <a href="http://www.vanguardia.com/deportes/futbol/71628-bolivia-y-colombia-se-enfrentan-con-la-vista-puesta-en-la-copa-america"><span class="Apple-style-span" style="color:#CC6600;">partido de mañana miércoles</span></a>, tras asistir a la rueda de prensa del seleccionador colombiano, uno de mis mejores amigos, <a href="http://twitter.com/vsancho"><span class="Apple-style-span" style="color:#CC6600;">Victor Sancho</span></a>, hacía lo mismo desde La Paz. Poco íbamos a imaginar hace un par de años que ambos estaríamos enfrentados por un simple y previsiblemente anodino amistoso de trámite entre Bolivia y Colombia. Pero creedme, esto se ha convertido en una cuestión de honor. Un enfrentamiento a vida o muerte, con el orgullo en juego, la honra, el pundonor, llamadle como queráis. Dará lo mismo lo que penséis, porque para nosotros será un todo o nada. Será, sencillamente, nuestro partido del siglo.</p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:x-small;"><span class="Apple-style-span" style="color:#FFCC66;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><span class="Apple-style-span" style="font-size:x-small;"><span class="Apple-style-span" style="color:#FFCC66;"><br /></span></span></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "></p><p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica"><b><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFCC66;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">Ficha técnica. Alineaciones probables:</span></span></i></b></p> <p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica"><b><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFCC66;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">Bolivia:</span></span></i></b><span class="Apple-style-span" style="color:#FFCC66;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;"> Daniel Vaca; Miguel Hoyos, Edemir Rodríguez, Luis Gutiérrez, Ignacio García; Jaime Robles, Wílder Zabala, Joselito Vaca, Álex da Rosa; Alcides Peña y Diego Cabrera. Seleccionador: Eduardo Villegas.</span></span></p> <p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica"><b><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFCC66;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">Colombia</span></span></i></b><span class="Apple-style-span" style="color:#FFCC66;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">: Breiner Castillo; Carlos Valdés, Juan David Valencia, Alexis Henríquez, Iván Vélez; Jhon Viáfara, John Javier Restrepo, John Valencia, Dórlan Pabón; Carlos Bacca y Dayro Moreno. Seleccionador: Hernán Darío Gómez.</span></span></p> <p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica"><b><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFCC66;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">Árbitro</span></span></i></b><span class="Apple-style-span" style="color:#FFCC66;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">: Gabriel Fabale (ARG).</span></span></p> <p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica"><b><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFCC66;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">Hora:</span></span></i></b><span class="Apple-style-span" style="color:#FFCC66;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;"> 19.00 (23.00 GMT).</span></span></p> <p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica"><b><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFCC66;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">Estadio</span></span></i></b><span class="Apple-style-span" style="color:#FFCC66;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">: Hernando Siles de La Paz, situado a 3.600 metros de altura y con capacidad para 40.000 personas.</span></span></p><p></p>Àlex Cuberohttp://www.blogger.com/profile/15369428017898510506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7060849539563689962.post-49424736402419155092010-08-04T01:10:00.006-05:002010-08-04T01:52:37.291-05:00Cuatro de agosto<span class="Apple-style-span" style="color:#333300;">.</span><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgLuYZD3dy9YRMUxYIFFJkd0pN7jGGVvdbiS7Q54PwxVdsUzY4lbQTeGHyosKXfLJ-IdLxk5BFvhzC-d-aiPCGkYbdlAHsjJJIQU-HvO246jxr7rzj9ZkBRFiB9rovAdZtBtzJYgd1Odg/s1600/6248_1196528586261_1019850349_618998_6120019_n.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgLuYZD3dy9YRMUxYIFFJkd0pN7jGGVvdbiS7Q54PwxVdsUzY4lbQTeGHyosKXfLJ-IdLxk5BFvhzC-d-aiPCGkYbdlAHsjJJIQU-HvO246jxr7rzj9ZkBRFiB9rovAdZtBtzJYgd1Odg/s400/6248_1196528586261_1019850349_618998_6120019_n.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5501437952759705906" /></a><div style="text-align: left;"><br /></div><div><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Si hace años me hubieran dicho que la noche del 3 al 4 de agosto de 2010 la pasaría bajo dos mantas y un edredón, y enfundado en calcetines, pantalón de pijama largo y un par de camisetas de grosor suficiente como para aislarme de un ataque bioterrorista, seguramente habría dado a esa persona por una completa loca. Pero no, las evidencias son claras: pies fríos a todas horas; tortura glacial entre la post-ducha y el pre-secado con la toalla; tendencia a las sopas calientes para comer y cenar, y hasta para desayunar si pudiera, si no fuera porque los fideos con sandwich de Nutella no son aún una combinación recomendable; Kleenex y mocosidad permanente. Todo indica que, en efecto, aquella predicción habría sido acertada.</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Vivo descolocado, lo reconozco. Y no solo porque mentalmente aún pienso según el calendario europeo, invertido al de este lado del mundo, sino porque la fecha de hoy es más que significativa. El 4 de agosto, desde que mi mente alcanza a reproducir recuerdos con la nitidez suficiente, era el día en que empezaba mis vacaciones en ese camping de Pals, en la <a href="http://www.google.es/images?hl=es&q=costa%20brava&um=1&ie=UTF-8&source=og&sa=N&tab=wi&biw=1279&bih=598"><span class="Apple-style-span" style="color:#FF9900;">Costa Brava</span></a> catalana, que se convirtió en mi sucedáneo de lo que la mayoría de gente acostumbra a conocer como su "<i>pueblo</i>". </p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Desde los nueve años hasta los veintiséis (el verano anterior, vaya), he pasado cada octavo mes del año en ese rincón del mundo que parecía detenerse en el tiempo como una burbuja impenetrable. Cada agosto, los amigos de toda la vida nos volvíamos a encontrar. No importaba que fuéramos catalanes, vascos, madrileños, holandeses, alemanes, estadounidenses, franceses, hobbits o klingonitas. Nada de lo que hubiera pasado durante el año importaba, pues una vez ahí, todos volvíamos a ser aquellos niños de apenas diez años que correteábamos entre el bosque buscando un árbol que supuestamente <i>hablaba</i>, sin saber que habíamos accionado la alarma de seguridad del camping y movilizado, en consecuencia, a un ejército de guardas de seguridad, liderados por el mítico "<i>Tuerti</i>" (el nombre indica qué característica física le era destacable), que por un día conseguían tener un poco de acción en sus soporíferos días de vigilancia veraniega.</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Y regresábamos cada año a la incipiente adolescencia, cuando entre mesas de ping-pong lanzábamos piropos a chicas de lenguas incomprensibles, cabelleras doradas y las pieles más bonitas jamás vistas, con el enfado consiguiente de sus <i>excesivamente-desarrollados-para-su-edad</i> novios de también lenguas incomprensibles, cabellos dorados y los brazos más musculados jamás vistos, y movilizando, en consecuencia, al mismo ejército de guardas de seguridad, liderados por el siempre omnipresente "<i>Tuerti</i>", que acudían pedaleando en destartaladas bicicletas a la zona de conflicto, mientras todos escapábamos corriendo en bandada y entre carcajadas.</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Y nos sentíamos otra vez en la pubertad y en esos amores de verano que siempre son los más bellos jamás vividos, con <i>te quieros</i> que iban a ser para siempre pero que en setiembre acababan en el cajón de las fotografías, con despedidas cuyas lágrimas nunca se agotaban, y con escapadas nocturnas que fatalmente terminaban con madres holandesas buscando (junto a un ejército de guardas de seguridad liderados por el ya acostumbrado "<i>Tuerti</i>") a sus "inofensivas" hijas que se habían fugado clandestinamente a altas horas de la madrugada con algún españolito, hasta que la susodicha hija aparecía agarrada de la mano del españolito de turno y con el consiguiente drama en una lengua que no entendíamos pero que ya era el pan de cada verano. </p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Y llegaron los veintitantos, y los niños de diez años que buscaban el <i>árbol que hablaba</i> ya eran hombres y mujeres, y las chicas de lenguas incomprensibles, cabelleras doradas y las pieles más bellas jamás vistas se habían convertido en una de tus mejores amigas, igual que sus entonces <span class="Apple-style-span" style="font-style: italic; ">excesivamente-desarrollados-para-su-edad</span> novios, puede que ya no novios, que seguían acudiendo cada verano a ese rinconcito de la costa catalana para encontrarse contigo y, año tras año, volver a ver a ese ya viejo guarda de seguridad conocido como <i>Tuerti</i>, del que tanto habíamos escapado, pero que ahora nos trataba como a sus propios hijos a los que había visto crecer y nosotros a él como al padre que nos había permitido, en el fondo, todas las chiquilladas posibles.</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Porque aunque esté escribiendo esto tapado con dos mantas y un edredón, enfundado en calcetines, pantalón de pijama largo y un par de camisetas de grosor suficiente como para rebotar si cayera al suelo, pese a todo esto, si ahora mismo cerrara los ojos en este cuatro de agosto, podría sentir perfectamente cómo la arena de la playa se cuela entre los dedos de mis pies, en noches interminables, bajo el cielo con más estrellas que nunca he visto en otro lugar.</p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Podría, incluso, oler la carne de las barbacoas junto a las caravanas, oír los cánticos a coro en duchas que se alargaban durante horas en los lavabos comunes o el sonido lejano de la música cuando cada tres días había discoteca en el camping y todos nos vestíamos de gala para la esperada ocasión (esperada, aunque nadie lo admitiera). Si cerrara los párpados aún con más fuerza, podría llegar a escuchar a mi padre abroncándonos a mis hermanos y a mí por llegar tarde a comer y el <i>no hacéis nunca nada, ya podríais ayudar un poco</i> que repetía cada día de cada verano de cada año y que, a su pesar, nos entraba por un oído y salía por el otro. O la hierba de la piscina en la que durante horas jugábamos a cartas y a fútbol, con las reprimendas del sufrido socorrista, que durante 15 años seguidos nos advirtió que <i>nos acabaría echando</i>, con el mismo inútil efecto que los avisos de mi padre. </p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Y así podría seguir toda la noche, rememorando las rutas por el río en balsa, los saltos entre las olas de la playa o los torneos de billar, apretando cada vez más y más los párpados para llegar lo más lejos posible en el disco duro de mi memoria. Por suerte no haría falta, pues esa burbuja impenetrable sigue estando ahí, como instantáneas guardadas en una caja de fotos que cada cierto tiempo abres y revives como si te hubieras teletransportado a aquel día. Algunos de los protagonistas de esta historia siguen acudiendo cada verano, otros fueron desertando por el devenir de los años. Pero a todos nos quedarán para siempre, de una manera u otra, esos recuerdos. Esos inolvidables veranos que empezaban cada cuatro de agosto.</p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p></div><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEip_157n0gtjgWZRzesmtCC3I8NYmVxh0flBXCGVTYAsEWPD8Pc25dUjNcNoXoOdm8SoXgABdBeC04zwSEZ9c8iPUW-1a7ZhhuOKnAYMNGvxKH62v_K8zWSwBsi-Dz4zJSAEmyQqJtMoW4/s1600/6248_1196506585711_1019850349_618889_1259559_n.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEip_157n0gtjgWZRzesmtCC3I8NYmVxh0flBXCGVTYAsEWPD8Pc25dUjNcNoXoOdm8SoXgABdBeC04zwSEZ9c8iPUW-1a7ZhhuOKnAYMNGvxKH62v_K8zWSwBsi-Dz4zJSAEmyQqJtMoW4/s400/6248_1196506585711_1019850349_618889_1259559_n.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5501437955633299762" /></a>Àlex Cuberohttp://www.blogger.com/profile/15369428017898510506noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7060849539563689962.post-34362557030598726912010-08-02T01:16:00.009-05:002010-08-02T02:08:32.231-05:00Invierno<span class="Apple-style-span" style="color:#003300;">.</span><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-nhXKTMINiATVgQAhhLop0S-Oj5RMiu8RvAyVPm9YzC5godSNI9GuJkhq6fiXflg5DfxqXynFb4nW_g1kQozBFz9758w54GbCFgY4hmvVd2nOGSIa60HiXhQBLCs2HeMq7uaxzggvrGc/s1600/P1010070.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-nhXKTMINiATVgQAhhLop0S-Oj5RMiu8RvAyVPm9YzC5godSNI9GuJkhq6fiXflg5DfxqXynFb4nW_g1kQozBFz9758w54GbCFgY4hmvVd2nOGSIa60HiXhQBLCs2HeMq7uaxzggvrGc/s400/P1010070.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5500695815563879154" /></a><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:Helvetica, serif;"><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFF99;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">Quijote y Sancho (Madrid, diciembre de 2009)</span></span></i></span></div><div><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Lo echaba de menos, la verdad. Ha sucedido hoy sin previo aviso, al salir de casa y cuando la tarde ya se fundía a negro, como pasaba en las películas de antes. De repente, de forma inesperada, un crujido de dolor muy familiar me ha recorrido el cuerpo de arriba a abajo. Hacía tiempo que no sentía ese abrazo punzante, ese estremecer rítmico de los huesos, esa tensión en cada músculo, ese erizar coral de todos los vellos habidos y por haber en cada centímetro de mi piel. Era él, ese compañero de toda la vida con el que este año había jugado al despiste. Era el invierno.</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Lejos de producirme rechazo, ha sido como quien se encuentra con un viejo amigo al que tiene tantas cosas que contar. En lugar de resguardarme, me he sentado al aire libre en la terraza de una cafetería, dejándome abrigar por su presencia y, con un café y un libro, me he dispuesto a reencontrarme con las palabras perdidas que últimamente tanto he tardado en hallar y, seguramente, en decidirme a buscar. Aunque en realidad acostumbro a renegar de él, siempre me ha inspirado mucho más el melancólico, marchito y solitario invierno que el caluroso verano, ese <i>quarterback</i> sudoroso, juerguista y superficial sin más aspiraciones a largo plazo que ligarse a la rubia animadora del instituto. Y ahí me he quedado conversando con mi gélido visitante durante más de una hora, o quién sabe cuanto más, pasando páginas con unos dedos cada vez menos ágiles, y liberando en cada suspiro un vaho prisionero desde hace meses, al que casi podía oír llorar de alegría al volver a reunirse con su añorado invierno. O quizás en realidad no fuera real, y solo existiera en mis ansias de encontrarme de nuevo con él.</p></div>Àlex Cuberohttp://www.blogger.com/profile/15369428017898510506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7060849539563689962.post-87955582018996066112010-08-01T02:48:00.010-05:002010-08-01T18:27:10.025-05:00El significado de las palabras<span class="Apple-style-span" style="color:#333300;">.</span><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqHlXqbNA2sZaJPv6nC9F85gJ3exCG4K-pYc_w59DnIqzYhYP5tzuCBCGS27fbnjsrzp-_ztnKO8AkGexAPHhn2Z757-8m0k4WHu2hsP_Tt7x2pDJzpyZaAazjEuHjdOBdltkrRi9l0nY/s1600/DSC03430.JPG" style="text-decoration: none;"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqHlXqbNA2sZaJPv6nC9F85gJ3exCG4K-pYc_w59DnIqzYhYP5tzuCBCGS27fbnjsrzp-_ztnKO8AkGexAPHhn2Z757-8m0k4WHu2hsP_Tt7x2pDJzpyZaAazjEuHjdOBdltkrRi9l0nY/s400/DSC03430.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5500351928541883106" /></a><p style="text-align: left;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Y me dio por pensar, algo que no está mal hacer de vez en cuando. Siempre me pasa igual cuando hago ese trayecto interminable, desde el valle en el que se agazapa Medellín hasta el aeropuerto de Rionegro. Encontrar un hueco para meditar en esos tres cuartos de hora que dura el viaje en taxi es más que fácil. Esta vez, acompañado de Maria Paula. Otras veces solo. No importa, siempre hallo unos segundos, unos minutos, lo que sea, para remover el desordenado trastero de mi cabeza, mientras serpenteo por la carretera que escala los cerros de esa ciudad.</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Explicaba que me dio por pensar. Me vino a la cabeza el tiempo que ya ha pasado, y más aún en el poco que me (nos) queda. De repente, me di cuenta que en un mes dejaría de sumar, para empezar a descontar. Que cuando volviera de vacaciones ya solo quedarían tres meses y medio, poco más. Y una sensación extraña me ascendió por la garganta, como cuando a uno se le repite entre sábanas una cena demasiado copiosa.</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Pues eso, que sin pensarlo, pensé. Y recordé cuando <a href="http://narkelepsis.blogspot.com/"><span class="Apple-style-span" style="color:#FF9900;">Victor Sancho</span></a> era un solo aquel chico de último año de carrera, un curso más que yo, con el que improvisaba programas de radio cuando los dos nos quedábamos solos en el estudio después de clase. Y cómo se me entrecortaba la respiración cuando él me explicaba que debía escoger en qué país del extranjero hacer el segundo año de aquella beca que entonces yo desconocía. Él hablaba con familiaridad de El Cairo o La Paz, como si solo se trataran de estaciones de Metro donde bajarse. A mí, en cambio, todo eso me quedaba demasiado lejos, como un espejismo algo borroso, irreal. En realidad, yo le envidiaba en secreto, en silencio, de una forma casi cainita.</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Miro por la ventanilla del taxi, pero sin enfocar nada en concreto del paisaje verde (aquí, como ocurre en el Polo Norte con los blancos, he aprendido a diferenciar entre tipos de verdes). Sí logro constatar de reojo que Medellín se empequeñece desde lo alto de los cerros, mientras en esta particular tanda de <i>flashbacks</i> de carretera, un Joan demasiado preguntón, una desconfiada <a href="http://lalogicadelcaos.blogspot.com/"><span class="Apple-style-span" style="color:#FF9900;">Nina</span></a> callada en una esquina de la mesa de reuniones y una <a href="http://www.alopresidenta.blogspot.com/"><span class="Apple-style-span" style="color:#FF9900;">Carola</span></a> entonces exóticamente pelirroja se sientan enfrente mío. Alba, <a href="http://alejandranyc.blogspot.com/"><span class="Apple-style-span" style="color:#FF9900;">Alejandra</span></a> y <a href="http://victormur.blogspot.com/"><span class="Apple-style-span" style="color:#FF9900;">Victor</span></a> a mi derecha. Y ante los siete, dos años de beca por delante. Dos años… una eternidad, vamos. Como cuando los niños piensan en qué profesión tendrán cuando sean adultos, pero sin saber exactamente qué significa esa palabra tan barroca.</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Y es ahí a donde quería llegar, al significado de las palabras. En aquel entonces, hablar de dos años era un sinónimo de infinito, de un largo camino por delante. De lo que iba a ser. Ahora, pensar en esos dos años es hacerlo, sobre todo, en base a lo que sido, en lo que ya ha pasado. Me acuerdo en cómo dudaba sobre si escoger Colombia, por lo que significaba entonces. Casi dos años después, ya nada es lo mismo ni volverá a serlo. Ni Colombia, ni las calles de Bogotá, ni las noches de Medellín, lugares que ahora me resultan tan extrañamente familiares. Todo tiene un nuevo significado. Incluso Barcelona, y mucho más Madrid. Tampoco los sueños son los que eran. Muchos de ellos, tiempo atrás inconcebibles, se han cumplido. Otros tantos se han generado a partir de esos. Algunos se han aplazado y puede que otros se hayan esfumado sin saberlo. Las cosas han cambiado. El pasado, el presente y, especialmente, el futuro.</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Amigos. Distancia. Sueños. Amor. Abrazo. Cielo. Hogar. Recuerdo. Camino. Futuro. Simples palabras, aunque al final todo reside en el significado que les concedamos. O eso pensé, vaya.</p>Àlex Cuberohttp://www.blogger.com/profile/15369428017898510506noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7060849539563689962.post-42888363710026111752010-07-19T00:16:00.006-05:002010-07-19T00:32:06.947-05:00Fito Páez: "Cantar es como robar un banco, sientes como si te descubrieran"<span class="Apple-style-span" style="color:#003300;">.<br /></span><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglFA05l6ETWxiaSDEK43Cq5IA50t64gX5yh7d314cgxlDVTlrptJro3AtAQFq_UvlhgIua8Asj_SKsUOTqZ4CBUtF7m-xN8DhEmfjsvZ9O1udAGSV5Rj3na_X2pUGTsjcY78rl6rl2eng/s1600/d1d5b931-72d8-4491-9167-a033456643b5.jpg" style="text-decoration: none;"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 334px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglFA05l6ETWxiaSDEK43Cq5IA50t64gX5yh7d314cgxlDVTlrptJro3AtAQFq_UvlhgIua8Asj_SKsUOTqZ4CBUtF7m-xN8DhEmfjsvZ9O1udAGSV5Rj3na_X2pUGTsjcY78rl6rl2eng/s400/d1d5b931-72d8-4491-9167-a033456643b5.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5495484268971653826" /></a><p style="text-align: center;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;"><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFF99;">Foto: Federico Ríos (Agencia EFE)</span></span></i></p><p style="text-align: center;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><b><i><br /></i></b></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><b><i><br /></i></b></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><b><i>Àlex Cubero</i></b></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><b><i>Agencia EFE. Medellín, 3 de julio</i></b></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Con el humo de un cigarro casi danzando entre sus siempre rebeldes rulos, el cantautor argentino Fito Páez admitió que su sensación al cantar es como "<i>si te encontraran robando un banco, sientes como si te descubrieran"</i>, una emoción que "<i>nos toca a todos, que nos calienta el corazón"</i>. Como si se tratara de aquel verso de su canción 'Flores en su entierro', en la que relataba que<i> </i>le excitaba más robar un banco que el mayo de París, Páez confesó que esa emoción al cantar es un "<i>pequeño tesoro de la humanidad, una de las cosas de las cuales podemos sentirnos muy orgullosos". </i></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i><span class="Apple-style-span" style="font-style: normal; ">En una <a href="http://www.larazon.es/noticia/5302-fito-paez-cantar-es-como-robar-un-banco"><span class="Apple-style-span" style="color:#FF9900;">rueda de prensa</span></a> en el III Congreso Iberoamericano de Cultura de Medellín, donde actuó junto a los españoles Antonio Carmona y Rosario y los mexicanos Zoé, entre otros, el artista rosarino reflexionó acerca del futuro de la música, para bien o para mal, con la irrupción de las nuevas tecnologías. "</span>Hay algo en la canción que nos toca a todos, que nos calienta el corazón. Cuando uno canta una canción da la sensación como si te encontraran como robando un banco, sientes como si te descubrieran, y creo que ese sentimiento va a perdurar<span class="Apple-style-span" style="font-style: normal; ">".</span></i></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "> </p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">A su juicio, "h<i>emos generado esa pequeña maquinita emocional de cinco minutos, que conmueve, y los temas que nos mueven son siempre los mismos. Eso va a seguir funcionando de una manera y otra, incluso ahora más por Internet, que ha democratizado mucho la expresión, la tecnología lo ha permitido</i>". Lejos del pesimismo que otros artistas invitados al Congreso han evidenciado sobre el futuro de un sector asfixiado por la tiranía de la mercadotecnia y las tecnologías, Páez opinó que "<i>posiblemente haya una explosión de ideas en la Red que aún no conocemos, estamos en el centro de un huracán tecnológico y emocional</i>".</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "> </p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Acompañado en todo momento de un cigarrillo y en una actitud relajada y distendida, el cantante simplemente resumió que "<i>en este sentido no hay nada nuevo bajo el sol, eso está bien, y creo que va a seguir funcionando</i>". Y es que después de que hace justo tres décadas iniciara su andadura musical en la banda del también rosarino Juan Carlos Baglietto, allá en los ochenta, Fito aseguró no tener "<i>ninguna carrera musical, porque no estoy corriendo contra nadie</i>".</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "> </p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i>"Me siento un hombre muy afortunado, que he estado en la hora indicada en el momento indicado"</i>, reconoció el compositor, que opinó "<i>el erro</i>r" es llamar artistas a los cantantes generados por laboratorio gracias al marketing y a los estudios de grabación. En todo caso, apuntó que es también esa democratización de la expresión gracias a la tecnología la que genera asimismo un "<i>conflicto</i>", pues el público adquiere mayor protagonismo y desaparece la idea del cantante como "<i>chamán</i>", esa "r<i>eligiosidad que acompaña al concierto como fenómeno emotivo</i>", pero que al mismo tiempo se ha alcanzado "<i>mayor diversidad, y eso es fabuloso</i>".</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "> </p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Así, el intérprete argentino apostó por impulsar la diversidad musical como, a su juicio, hacen países como Brasil, y destacó la relevancia del continente americano en este sentido. "<i>De sur a norte, América ha sido en el siglo XX una máquina de invención extraordinaria dentro de la música popular. Me siento un observador privilegiado de la música popular contemporánea americana"</i>, dijo acerca de la influencia de éstas en sus creaciones.</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "> </p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Éxitos musicales que, no obstante, Páez relacionó con su Rosario natal, una ciudad que a finales del siglo pasado era "<i>una ciudad portuaria cerrada, no teníamos paisaje, era todo imaginería. Creo que eso ha hecho que hayan salido tantos artistas ahí. Era la ausencia de paisaje, una ciudad muy cerrada y muy gris, pero que a la vez hacía que estuviéramos muy encendidos</i>".</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "> </p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Y antes de que se apagara, en este caso su cigarro, Fito instó a defender las especificidades ante la idea "<i>delirante</i>" de la globalización: "<i>Es importante que no se pierda el toque, lo que te hace Medellín y no te hace la ciudad de al lado, lo que te hace Rosario y no te hace Santa Fe</i>".</p>Àlex Cuberohttp://www.blogger.com/profile/15369428017898510506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7060849539563689962.post-23466931733640672362010-07-16T23:59:00.005-05:002010-07-17T00:20:28.921-05:00Jorge Drexler: "No pienso en mensajes cuando escribo canciones. Odio ese concepto"<span class="Apple-style-span" style="color:#003300;">.</span><div><span class="Apple-style-span" style="color:#003300;"><br /></span><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvJ2_nrhRZfS0QKbcqsMrdKzXqVAKmtXsiIYNQi1Hm3XZBx38eUFisVhoTFkNuNykhkRszgJw9XuuxDq4jAA_8KFWz4kw1z9vUPmmLMdeZWzyCHwBsAwdK_cn6ErHhWdXqMY0u3iHGU9Q/s1600/jorge-drexler.jpg" style="text-decoration: none;"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvJ2_nrhRZfS0QKbcqsMrdKzXqVAKmtXsiIYNQi1Hm3XZBx38eUFisVhoTFkNuNykhkRszgJw9XuuxDq4jAA_8KFWz4kw1z9vUPmmLMdeZWzyCHwBsAwdK_cn6ErHhWdXqMY0u3iHGU9Q/s400/jorge-drexler.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494739718451682546" /></a><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><b><i>Àlex Cubero</i></b></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><b><i>Medellín, 1 de julio</i></b></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Al igual que el inicio de uno de sus <a href="http://www.youtube.com/watch?v=PYgH8S7yFjI"><span class="Apple-style-span" style="color:#FF9900;">temas</span></a>, en el que decía que para contar simplemente cantaba, el uruguayo Jorge Drexler aseguró que nunca piensa en "<i>mensajes</i>" al escribir sus canciones, un concepto que reconoce odiar, pues su música "<i>no está para vender, ni para inculcar, ni enseñar nada, ni dar un consejos</i>", sino que es sólo "<i>lo que escribe una persona que siente cosas</i>".</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">En una <a href="http://www.laverdad.es/agencias/20100702/mas-actualidad/cultura/drexler-no-pienso-mensajes-cuando_201007020014.html"><span class="Apple-style-span" style="color:#FF9900;">entrevista con Efe</span></a> durante el III Congreso Iberoamericano de Cultura en Medellín, Drexler explicó que sus canciones "<i>son un fin en sí mismo</i>", sin tener la intención de servir como "<i>lanzadera</i>" para enviar un mensaje al público. "<i>Odio el concepto de mensaje. De verdad lo odio, porque me parece como si alguien estuviera tratando de decir algo, pero metiéndote algo por debajo. No, yo hablo de lo que siento, yo no hago canciones con una especie de subfondo que hay que descifrar para saber cuál es el código político al que me estoy refiriendo</i>".</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Considerado sin embargo a menudo por el público como un poeta de la música cuyas letras siempre transmiten una idea, el artista uruguayo rehusó pensar que sus temas tengan una intencionalidad. "<i>Yo no escribo canciones pensando en transmitir una ideología. Mi canción no es un excipiente, es un compuesto activo, no están ahí para llevar una cosa, son la cosa que llevan. No están ahí ni para vender, ni para inculcarte nada, ni enseñarte nada, ni darte un consejo. Son lo que escribe una persona que siente cosas y las pone ahí, y espera que otras personas se identifiquen con ella, y a veces tienes suerte y eso pasa</i>".</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Un momento en el que el artista "<i>caza una emoción que anda volando, la pasa del papel a la guitarra, la edita en un formato inerte como un disco, lo suelta al viento y espera que otra persona lo agarre y devuelva la vida a esa emoción. Ese es el centro de mi trabajo y no ha cambiado desde la primera canción a la última</i>". Y precisamente es en ese instante, en el que el público conecta con esa sensación, cuando "<i>el círculo se cierra y se completa mi trabajo". "Es un momento maravilloso. Todo lo que hago tiene el destino final de producir emoción. Una canción es una espora, una emoción en estado latente que es despertada por quien lo escucha. (...) Es lo que me pasa con las canciones de otros. Esa emoción que genera la canción y que vuelve a ser despertada por el que escucha es la única finalidad a la que aspiro, no me interesa aleccionar</i>", señaló.</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Un amor desenfrenado por la música que para Drexler, confesó, es <i>"independencia en el sentido de que da alas, te enseña cosas sobre ti, te ayuda a vivir</i>", pero también puede ser "<i>adicción</i>", como lo es para él escribir, una cosa que no puede evitar: "<i>yo tomo la música con las dos caras de la moneda, con lo que cura y con lo que enferma, con lo que da de independencia y con lo que te da de músico dependiente</i>".</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">En el mismo día en que dos maestros de las notas, el bandoneonista argentino Rodolfo Mederos y el cantautor cubano Silvio Rodríguez, lamentaron en una conferencia en el Congreso que la mercadotecnia y las modas están sepultando la música, Drexler rechazó pensar que este arte se encuentre en estado crítico. A su entender, "<i>la canción está en un momento buenísimo, soy muy optimista</i>" y <i>"no me da la impresión de que esté muriéndose</i>", opinó, y agregó que nunca se guió por criterios de mercados. "N<i>o los conozco, ya que no soy un experto en mercadotecnia, soy un músico".</i></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">"<i>No pienso en el mercado cuando escribo canciones, ni tampoco en mensajes. Yo escribo lo que siento. A veces es muy fácil tirar la primera piedra, ¿pero quién no se ha visto beneficiado por alguna circunstancia política, económica o de mercado en un momento? todo el mundo, toda la música"</i>, sentenció. Y es que del mismo modo que en aquella canción cantaba para contar, Drexler finalizaba admitiendo que <i>'el corazón no miente, y afortunadamente, me haces bien</i>', tanto como su absoluta sinceridad, el único y verdadero mensaje de sus canciones.</p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRkGtFNkmloyKHbVFKFJveSio3xNVxxP6R2Hn3wI21FJrWbEuzUQqnihLTYqFmz_LQ3pY2sJCnHd7ga7t1uBJX9ahviBNc16MqujinEQlAne6KLk-YZYa2ssTM0ruQlGPbVZILcVno7dI/s1600/a+(2+of+6).jpg" src=""><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 266px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRkGtFNkmloyKHbVFKFJveSio3xNVxxP6R2Hn3wI21FJrWbEuzUQqnihLTYqFmz_LQ3pY2sJCnHd7ga7t1uBJX9ahviBNc16MqujinEQlAne6KLk-YZYa2ssTM0ruQlGPbVZILcVno7dI/s400/a+(2+of+6).jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494738817466037138" /></a></div>Àlex Cuberohttp://www.blogger.com/profile/15369428017898510506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7060849539563689962.post-56963727573044312922010-07-15T20:33:00.009-05:002010-07-15T20:55:16.880-05:00Rosario Flores: "Nunca sabes de dónde te va a venir una canción, eso lo manejan los duendes".<br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUOJzzawYVcWFUXzE9Knqj6FRPL95gcfI_QEErv4_H61J90SOYunm3toYSwUKo6BpX1USnYk4-rcoqawxvDIfm27kUTR2wNXti0kDGHMyywhLrE1extPuIeiJKYYGtPtDjg62tjcy-tAk/s1600/2113580165-rosario-flores-dice-cancion-cosa-duendes.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 310px; height: 398px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUOJzzawYVcWFUXzE9Knqj6FRPL95gcfI_QEErv4_H61J90SOYunm3toYSwUKo6BpX1USnYk4-rcoqawxvDIfm27kUTR2wNXti0kDGHMyywhLrE1extPuIeiJKYYGtPtDjg62tjcy-tAk/s400/2113580165-rosario-flores-dice-cancion-cosa-duendes.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494314134113675602" /></a><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:Helvetica, serif;"> </span><span class="Apple-style-span" style="font-family:Helvetica, serif;"><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFF99;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;"><i>Foto: Federico Ríos (Agencia EFE)</i></span></span></span></div><div><br /><p style="margin: 0.0px 0.0px 0.0px 0.0px; font: 13.0px Helvetica"><i><br /></i></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i><b>Àlex Cubero</b></i></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i><b>Medellín, 4 de julio </b></i></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Respira nerviosa sentada en su camerino minutos antes de cantar ante miles de personas, y solo parece relajarse cuando entona, al azar, un verso de una de sus canciones.<i> "Nunca sabes de dónde te va a venir una canción, ese sentimiento lo manejan los duendes y la magia"</i>, confiesa en una <a href="http://www.publico.es/agencias/efe/325971/cantante/espanola/rosario/flores/dice/cancion/cosa/duendes"><span class="Apple-style-span" style="color:#FF9900;">entrevista con Efe</span></a> la cantante española Rosario Flores. Sus rizos contrastan con el lacio pelo de su amigo y compañero de profesión Antonio Carmona, con el que cantó esta noche en Medellín, junto al argentino Fito Páez y los mexicanos Zoé, entre otros, en el concierto que cerró el III Congreso Iberoamericano de Cultura. "<i>Cantar es el privilegio más grande del mundo, eso sale por arte de magia, no lo puedes pensa</i>r", explica poco antes de enfrentarse a los corazones de miles de colombianos, que no desistieron a pesar de incesante e intensa lluvia que durante horas cayó sobre la ciudad colombiana.</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">"<i>Cuando sales ahí no puedes pensar en lo que tienes que cantar o en la letra, porque sino no das una. Lo mejor es no pensar en ello, la música es cosa de duendes, de magia, nunca sabes cuando te va a venir una canción o de dónde te viene</i>". Unas rítmicas palmadas interrumpen el silencio de la estancia. <i>"Ese sentimiento que tú guardas dentro luego se hace una canción, fruto de ese sentimiento que tú vives. Eso lo manejan los duendes y la magia, y creo que la música es la mejor medicina que tenemos los seres humanos, es medicina pura para el alma. Es universal, es infinita, y siempre va a estar en este mundo"</i>.</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Y es que ella no conoce otra forma de entenderla vida, pues el destino quiso que Rosario fuera la hija menor de Lola Flores y Antonio González "El Pescadilla", dos mitos eternos del flamenco.<i> "Yo lo mejor que tengo es la sangre que corre por mi cuerpo y la bomba que tuve como padres, dónde me crié. Lo único que me enseñaron es a sentir, a cantar y a bailar, y eso es mi vida". </i></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Veintiséis años han pasado desde 'Vuela una noche', el álbum con el que debutó, tiempo en el que Rosario ha sobrevolado con éxito por escenarios de todo el mundo. <i>"Si no pudiera cantar en directo, mi vida cambiaría muchísimo"</i>, expresa la intérprete española. <i>"Hago discos para cantar en directo, es lo que me gusta, ver a la gente y sentirla"</i>. Una sensación, afirma, en la que "<i>sientes la magia de la comunicación, de traspasar y tocar corazones, de hacer sentir a las personas con la música. Esa es mi meta. Alegrar un poco los corazones y ayudar a que las almas y los sentimientos afloren y no estemos tan apretados. La música es la mejor medicina para eso".</i></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Tanta ha sido esa conexión que en ocasiones reconoce haber sido testigo de cómo una mística energía ascendía desde el público en un concierto: <i>"He visto la energía hacer un 'boom', te juro que lo he visto, cómo subía la energía"</i>, insiste abriendo los ojos al máximo, como si fuera una niña que trata de convencer al resto de una historia imposible que ella cree con todas sus fuerzas.</p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Cuando uno pasa un rato con Rosario, puede darse cuenta que es una de esas personas que aún toca a la gente, que busca sentirla mediante ese lenguaje no verbal, pero sobre todo, con el de la música, que <i>"es universal y une al mundo entero". "Cada tierra tiene su independencia, sus raíces, sus costumbres y ninguno somos iguales. Eso es lo bonito de este mundo, que cada uno tenemos nuestras experiencias y nuestra cultura, y lo bonito es mezclar esas culturas y unirnos, pero cada uno con nuestras raíces"</i>. Gitana en su alma y mestiza en sus canciones, Rosario ha sido capaz de mezclar flamenco, pop, bolero, bossa, rumba y ritmos caribeños sin perder su esencia, con la única meta de que <i>"nada ni nadie me quite el goce de cantar y sentirlo de verdad, y disfrutarlo". </i></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Los segundos se agotan para subir a un escenario donde, como siempre, el público, la magia y los duendes aguardan a la cantante. <i>"Soy mucho más de corazón y de energía que de cabeza. Soy pura energía, es lo único que me mueve". </i></p><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjvUmHOc8pDJ_7wCAe27acSZ6YkGp-hVS_XHAFSPh0HehiCk6RZZk2ZLMK-84db7FEnKRQz-kAxXQumUqB5bLaXRV7zoeD6qOCOvITm3K5y933BatilnqW2L2gvF9Qq_xXYEo0rcq7q_Y/s1600/a+(2+of+2).jpg"></a></div><div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjvUmHOc8pDJ_7wCAe27acSZ6YkGp-hVS_XHAFSPh0HehiCk6RZZk2ZLMK-84db7FEnKRQz-kAxXQumUqB5bLaXRV7zoeD6qOCOvITm3K5y933BatilnqW2L2gvF9Qq_xXYEo0rcq7q_Y/s1600/a+(2+of+2).jpg" style="text-decoration: none;"><img style="text-align: left;display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; cursor: pointer; width: 400px; height: 266px; " src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjvUmHOc8pDJ_7wCAe27acSZ6YkGp-hVS_XHAFSPh0HehiCk6RZZk2ZLMK-84db7FEnKRQz-kAxXQumUqB5bLaXRV7zoeD6qOCOvITm3K5y933BatilnqW2L2gvF9Qq_xXYEo0rcq7q_Y/s400/a+(2+of+2).jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5494314141648308706" /></a></div>Àlex Cuberohttp://www.blogger.com/profile/15369428017898510506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7060849539563689962.post-32228936461331948762010-06-30T00:08:00.005-05:002010-06-30T00:22:41.462-05:00Se me callan las palabras<span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333300;">.</span></span><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBAzjE-30FeIyxIQPKDX7uWQqyPLo4sZeQRXN1vdh6FOkUy9Ga4ye-1hhyphenhyphenrC-H5um7krtAGrZqmx74OpFxXIx3rLqxHgUYprbJQtXMJpBGSUhSVknacvg12D0DotQuBIZYyMpjtbOzxDc/s1600/53354325.Madonnina10928.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 358px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBAzjE-30FeIyxIQPKDX7uWQqyPLo4sZeQRXN1vdh6FOkUy9Ga4ye-1hhyphenhyphenrC-H5um7krtAGrZqmx74OpFxXIx3rLqxHgUYprbJQtXMJpBGSUhSVknacvg12D0DotQuBIZYyMpjtbOzxDc/s400/53354325.Madonnina10928.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5488431751413050018" /></a><div><br /></div><div><br /></div><div><p style="text-align: center;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Odio cuando sonríes,</p> <p style="text-align: center;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">porque de inmediato</p><p style="text-align: center;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">y sin remedio posible</p> <p style="text-align: center;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">se me callan las palabras.</p><p style="text-align: center;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: center;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: left;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: left;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: left;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFF99;">Pintura: <i>"Madonnina"</i></span>, <a href="http://www.pbase.com/davidlara/"><span class="Apple-style-span" style="color:#FF6600;">David Lara</span></a> <span class="Apple-style-span" style="color:#FFFF99;">(San Gimignano, 2002)</span></p></div>Àlex Cuberohttp://www.blogger.com/profile/15369428017898510506noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7060849539563689962.post-34420521293546877742010-06-18T21:18:00.013-05:002010-06-19T12:07:58.708-05:00Guerrero<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZD7dsxuM7JxcekyopFGZV59hQ-TtUyuZL93k_SmxKikJtaYxPzWxEgeaDOWNM9_UUwrtcKZ50AWLUOowVvlJ7blTUa9RpEj6CAh1ogzn66NM4a4fBbc473XZa-vruK8ZV78vSDeQtb_g/s1600/cff65c111b8b62140d7579b49f52afdf.jpg" style="text-decoration: none;"><img style="text-decoration: underline;display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; text-align: center; cursor: pointer; width: 400px; height: 266px; " src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZD7dsxuM7JxcekyopFGZV59hQ-TtUyuZL93k_SmxKikJtaYxPzWxEgeaDOWNM9_UUwrtcKZ50AWLUOowVvlJ7blTUa9RpEj6CAh1ogzn66NM4a4fBbc473XZa-vruK8ZV78vSDeQtb_g/s400/cff65c111b8b62140d7579b49f52afdf.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5484308348349365810" /><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 0); -webkit-text-decorations-in-effect: none; "><div style="text-align: justify;text-decoration: underline; "><span class="Apple-style-span" style="font-family:Helvetica, serif;"><br /></span></div></span></a><div><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;">Cuenta que esa pesadilla se le ha repetido ya varias veces. Que yace entre el espesor de la jungla, en el frente de batalla, mientras el caos campa a su alrededor. Que el enemigo está cerca, pero su arma, su ametralladora, su seguro de vida, no responde. La desmonta, la revisa y trata de arreglarla a marchas forzadas mientras el tiempo se le agota, con el enemigo y la angustia rodeándole. Pero por mucho que lo intenta, su arma sigue sin disparar. Una y otra vez, el mismo sueño repetido a su antojo, como reposiciones de una mala película que se proyectan macabramente simplemente cuando a ella más le apetece. Asegura que no es el único al que le ocurre, que otros oficiales "viejos" como él, que apenas llega a los cuarenta, han tenido exactamente el mismo sueño acongojante. Que la guerra, aunque a él no le gusta llamarla así para no darle al enemigo un estatus que "no se merece", acaba regresando de la manera más inesperada, pasando factura hoy en forma onírica, mañana en secuela física, como cuando la espalda se le agarrota de repente hasta dejarle paralizado o cuando sus tímpanos pierden progresivamente audición por aquella mina que le explotó tan cerca que casi mató a su propia sombra. Recuerda, como mofándose de sí mismo, que se unió al Ejército a los 16 años cuando, aún adolescente, dejó atrás sus intenciones de estudiar Medicina para abrazar aquel "casco" que tanto le atraía. Y aunque admite que era un iluso que entonces "no sabía ni que existían los grados", lo que sí sabe ahora es que eso se ha convertido en su pasión, que ha sido su única vida y lo será hasta su muerte. Una muerte que, mientras tanto, le va cobrando intereses por adelantado, sonriendo en silencio en el espesor de esa jungla entre sábanas, disfrazada de pistola encasquillada en una pesadilla que se frota de manos y se carcajea cada vez que a él se le empiezan a cerrar los párpados en el más inocente de los sesteos.</span></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><span class="Apple-style-span" style=" color: rgb(255, 255, 153); font-size:x-small;">La imagen es de Mauricio Dueñas (Agencia EFE), durante el despliegue del dispositivo militar en Bogotá y alrededores para las elecciones presidenciales 2010. Otras fotos,<span class="Apple-style-span" style="color:#000000;"> <span class="Apple-style-span" style="color:#FFCC33;"><a href="http://www.elespectador.com/noticias/judicial/galeria-209102-comandos-contra-guerrilla-blindan-elecciones-bogota">aquí</a><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFF99;">, y el vídeo,</span> <a href="http://video.mx.msn.com/watch/video/colombia-se-blinda-para-las-elecciones-del-proximo-domingo/gfi17rkw"><span class="Apple-style-span" style="color:#FF9900;">aquí</span></a></span></span></span></p></div>Àlex Cuberohttp://www.blogger.com/profile/15369428017898510506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7060849539563689962.post-40210124992446682122010-06-10T01:06:00.003-05:002010-06-10T11:17:48.877-05:00Limpiabotas<span class="Apple-style-span" style="color:#003300;">·</span><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhn5uhoa7rVtAYktZGauKR9oqBuP8JoIqJfYvzM4RmbwPpt9paBooWNaaPaAaabanpbEplIHJfHS6vj5qYAxzF1sypo3pH5ITkzkCFt0b_LH5bbdkgqaKLzooVgI2VtnvlmlpxLY-aTus4/s1600/DSCN2286.JPG"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 368px; DISPLAY: block; HEIGHT: 400px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5481022938221304738" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhn5uhoa7rVtAYktZGauKR9oqBuP8JoIqJfYvzM4RmbwPpt9paBooWNaaPaAaabanpbEplIHJfHS6vj5qYAxzF1sypo3pH5ITkzkCFt0b_LH5bbdkgqaKLzooVgI2VtnvlmlpxLY-aTus4/s400/DSCN2286.JPG" /></a><br /><p style="TEXT-ALIGN: justify; MARGIN: 0px; FONT: 13px Helvetica"><br /></p><p style="TEXT-ALIGN: justify; MARGIN: 0px; FONT: 13px Helvetica">Viste un mono azul, desgastado y tristemente desaliñado. Intento mirarle los ojos en varias ocasiones pero, desde mi posición elevada, su vieja y deformada gorra solo deja entrever algunos mechones de pelo grisáceo, a juego con una descuidada barba. Sus dedos, ennegrecidos por el betún, se mueven casi a velocidades supersónicas creando una difusa acuarela oscura de movimientos espasmódicos, solo rotos por una tos carraspeante que le obliga a encorvar más su figura. Una silueta triste, desvencijada en cada centímetro de su cuerpo, menos en una de sus partes: los zapatos.</p><p style="TEXT-ALIGN: justify; MARGIN: 0px; MIN-HEIGHT: 16px; FONT: 13px Helvetica"><br /></p><p style="TEXT-ALIGN: justify; MARGIN: 0px; FONT: 13px Helvetica">Limpios. Bellos. Relucientes. No son unos zapatos caros, todo lo contrario. Más bien diría que merecen una jubilación anticipada por acumulación de pasos y penas en la vida. Pero sin embargo, me doy cuenta que no tienen ni una sola y diminuta mancha. Ni un gris o un marrón que rompa un negro perfecto, liso e incorruptible. Es curioso que ese hombre, que parece que hiciera ya mucho tiempo que su aspecto no le genera demasiados quebraderos de cabeza, quizá porque ya no cabían más preocupaciones en sus bolsillos, exhiba en cambio tal belleza en sus talones. No es para menos. De ello depende su sueldo y su sustento.</p><p style="TEXT-ALIGN: justify; MARGIN: 0px; MIN-HEIGHT: 16px; FONT: 13px Helvetica"><br /></p><p style="TEXT-ALIGN: justify; MARGIN: 0px; FONT: 13px Helvetica">Ese limpiabotas, cuyo nombre no importa en esta historia, pues a su alrededor se acumulan casi una docena de iguales, que se multiplican en cada plaza de esta ciudad sin fin, no levanta la mirada en ningún momento de mi cuarenta y seis. No soy yo persona de sentarme a que me lustren las alpargatas, pues en el fondo me produce una sensación de incomodidad con reminiscencias al Amo y su vasallo. Pero aquí, en Bogotá, no es algo tan extraño, y mis zapatos suplicaban a gritos recuperar algo de autoestima. Así que, casi obligado, me senté en su humilde trono acolchado y, bajo una sombrilla de colores, observé atentamente y en silencio durante casi un cuarto de hora cómo aquel hombre rejuvenecía mi calzado.</p><p style="TEXT-ALIGN: justify; MARGIN: 0px; MIN-HEIGHT: 16px; FONT: 13px Helvetica"><br /></p><p style="TEXT-ALIGN: justify; MARGIN: 0px; FONT: 13px Helvetica">También miré a aquellos gentilhombres cercanos a mí a los que otros desvencijados limpiabotas retornaban la dignidad a su caminar. En sus miradas y sus gestos podía observarse lo rutinario de aquella acción, como si los lustradores fueran ya invisibles para ellos. Puede que fuera por mi posición de primerizo en la cuestión, pero me dediqué a escudriñar a la persona que se agazapaba a mis pies. Si no me hubiera fijado bien, hubiese pensado que en realidad quería acabar el trabajo rápido y tampoco se detenía a adecentar mis botines con demasiada precisión. Y en efecto, hubiera estado totalmente equivocado. Cuando mis ojos se acostumbraron a la rapidez de sus movimientos, fue casi como si el tiempo se detuviera, y entonces lo vi claro. Aquel hombre, aquel artesano del betún, acariciaba la piel de mi zapato como si de una amante se tratara, y la halagaba con las palabras más bellas y los gestos más exquisitos. Cepillaba sus arrugas como si de un anciano enamorado de su esposa se tratara, limpiaba sus asperezas como el hijo más agradecido, y limaba sus contornos desgastados hasta tornarlos tan perfectos como el pompis de un querubín alado. Tan bien lo hizo que, al final, mis zapatos se sonrojaron, pero no como lo hacemos las personas, sino como lo hacen los mocasines nuevos y coquetos, tiñendo sus mejillas de un elegante e impecable negro luminoso. </p><p style="TEXT-ALIGN: justify; MARGIN: 0px; MIN-HEIGHT: 16px; FONT: 13px Helvetica"><br /></p><p style="TEXT-ALIGN: justify; MARGIN: 0px; FONT: 13px Helvetica">Me di cuenta, entonces, que quizá no eran mis zapatos los únicos que hacía demasiado tiempo que lucían tristemente desgastados y deshilachados, sino que puede que yo mismo llevara ya demasiado tiempo raído por dentro, pero sin hacer nada por deshollinarme. Y fue entonces cuando decidí que ya era hora de buscar un limpiabotas para mi propia alma en la plaza más próxima y lo antes posible. Ya tocaba.</p>Àlex Cuberohttp://www.blogger.com/profile/15369428017898510506noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7060849539563689962.post-87649827387856105042010-05-31T20:23:00.008-05:002010-05-31T21:58:32.383-05:00De Olas, Tsunamis y otros milagros<span class="Apple-style-span" style="color:#003300;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">·</span></span><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrMBw0rKzOX_ceXEa0v9e3y8jJ_Ul-vUJrsnrVEmg-zdJzBf3WnDDQctQIbUaYGaWcJxYmKyCxdeX36_TDgxD9IZZ65JhIDya6p9WrtrP5rPw23B9z7e8x16A17Xs5a3QwdLCczte80a0/s1600/DSCN2139.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 300px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrMBw0rKzOX_ceXEa0v9e3y8jJ_Ul-vUJrsnrVEmg-zdJzBf3WnDDQctQIbUaYGaWcJxYmKyCxdeX36_TDgxD9IZZ65JhIDya6p9WrtrP5rPw23B9z7e8x16A17Xs5a3QwdLCczte80a0/s400/DSCN2139.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5477620630217929122" /></a><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:Helvetica, serif;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">Sede electoral del Partido Verde durante la tarde de los comicios del domingo 30 de mayo</span></i></span></div><div><br /></div><div><br /></div><div><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Tras la primera vuelta de las elecciones presidenciales colombianas, la conclusión evidente es que a la <i>Ola Verde</i> se la zampó un <i>Tsunami</i> llamado Juan Manuel Santos. Chorreando desconcierto tras el Derechazo que suponen <a href="http://www.publico.es/internacional/316716/santos/aventaja/mockus"><span class="Apple-style-span" style="color:#CC6600;">25 puntos de diferencia</span></a>, los seguidores de Mockus no paran de darle vueltas al asunto, preguntándose cómo ha podido ocurrir este Armagedón, si hace pocos días todo parecía soplar a favor y la orilla se veía tan clara.</p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">No han tardado en salir los ecos que braman acerca de un fraude electoral en muchas regiones o sobre los mecanismos que se han activado desde el oficialismo para que su Delfín nade tranquilo hasta las paradisíacas aguas de la Casa de Nariño. Pero por mucho que esos factores existan en mayor o menor medida y hayan tenido su peso en el resultado, no lo dudo, bajo mi punto de vista han influenciado mucho más los errores propios que el candidato verde ha cometido a lo largo de la campaña, y que ya se intuía, desde hacía tiempo atrás, que le acabarían pasando factura, aunque ésta haya llegado en preocupantes números rojos y en cifras de seis ceros, y con un aviso de suspensión de luz y agua.</p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Seamos sinceros tanto para lo bueno como para lo malo. <a href="http://salvando-lasdistancias.blogspot.com/2010/04/la-ola-verde.html"><span class="Apple-style-span" style="color:#CC6600;">Mockus</span></a> es un soplo de aire fresco en la política tan mediática a la que para nada estamos acostumbrados a uno y otro lado del charco. Alejado de la politiquería, la guerra sucia, la corrupción y los mensajes idiotas para votantes idiotizados, él quiere enseñar a la gente a reflexionar, a pensar por sí misma, a que el país y las personas que lo forman sean mejores y, lo más importante, quieran ser mejores. Un superdotado para el pensamiento, pero un minusválido para transmitirlo. Quizá sus ideas sí lleguen a los votantes más formados, a la juventud universitaria y a la población urbana de estratos medios y altos. Pero no para el resto, que desafortunadamente, son la mayoría de este país.</p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Volvamos a la idea principal: sus propios errores, la paja en el ojo propio. El primer desacierto ha sido no concretar sus propuestas. Ha abusado demasiado de los cánticos en coro y lemas repetidos hasta la saciedad, como "<i>la vida es sagrada</i>" o "<i>con educación todo se puede"</i>. Todo muy bonito, bañado en una marea de girasoles y lápices al viento. Pero al final, lo que la gente necesita son propuestas. Santos prometió crear equis empleos, hacer esto y aquello, mientras Mockus parecía a veces más bien un manual de autoayuda que un futuro jefe de Estado. Quizá su problema recae en que es incapaz -y lo digo con toda convicción- de mentir al electorado y hacer promesas baldías. No se trata de eso, Antanas. No se trata de mentir y prometer una plaza de aparcamiento gratis en el Paraíso a los colombianos. Se trata de, al menos, jugársela y concretar cosas tangibles. No solo recordar lo sagrada e importante que es la vida en un país donde a menudo nadie lo recuerda, sino también recalcar que se quiere acabar con las FARC y cómo pretende hacerlo. Concretar y proponer, en resumen.</p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Tampoco ha querido entrar en la guerra sucia y los ataques indiscriminados. Pero, como decía hoy el genial caricaturista <a href="http://www.vladdo.com/index1.html"><span class="Apple-style-span" style="color:#CC6600;">Vladdo</span></a> en su cuenta de <a href="https://twitter.com/Vladdo"><span class="Apple-style-span" style="color:#CC6600;">Twitter</span></a>, por querer alejarse de la politiquería, Mockus ha dejado de ser político, que es de lo que al final se trata todo esto. En ese mundillo, y no hay más secreto, tan importante es ganar como que el rival pierda o, al menos, gane menos que tú. Mockus se ha negado a entrar en ataques al resto de candidatos -cosa que le honra-, pero ha confundido la idea. No hablo de atacar de forma bruta al adversario, pero Santos era el filón de las sombras del Gobierno uribista, que Mockus ha dejado escapar. No hablo de ensuciar, sino de resaltar a los votantes aquello de lo que cojea su rival, salpicado por multitud de controversias. Empezando por los desplazados por la guerra y los "falsos positivos" (<i>para quien no esté familiarizado con este término, ejecuciones extrajudiciales -término políticamente correcto para hablar de puros y duros asesinatos- de jóvenes civiles, la mayoría de zonas humildes, a manos de militares que los presentaban como guerrilleros muertos en combate para lograr beneficios de sus superiores. La cifra supera los 2.000 muertos en todo el país, según la Fiscalía, y se dieron durante el mandato de Santos como ministro de Defensa, aunque él no fuera el responsable directo</i>) y acabando por el bombardeo a un campamento de las FARC en selva ecuatoriana, motivo de las aún relaciones rotas con el país vecino, o las escuchas del servicio de inteligencia a opositores, magistrados, activistas o periodistas, las llamadas "chuzadas". Son los hechos más significativos de una lista negra que Mockus desaprovechó, cosa que sí hizo, entre otros, el candidato del Polo Democrático Alternativo, Gustavo Petro, con elegancia y sin necesidad de entrar en los bajos fondos de la política embarrada. O sea, recopilando, Mockus dejó escapar vivito y coleando a su rival, con tanta bondad que ni siquiera se defendió en muchas ocasiones de los ataques que este le profirió.</p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "> </p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Tampoco le ha beneficiado a Mockus (filósofo, matemático y, por si no fuera bastante, niño prodigio) el formato de los debates, que en Colombia alcanzan su máxima expresión y se han dado hasta en una docena de ocasiones en distintos canales. Mientras el modelo "<i>respuesta en un minuto</i>" ha permitido que candidatos como Santos, Petro o Vargas Lleras (de Cambio Radical, que junto a Petro ha sido el gran ganador de los debates) hayan podido desplegar toda su capacidad oratorio-retórica, lograda en años de pelea en la arena del Gobierno, el Congreso y el Senado, Mockus ha aparecido como un aspirante al que le costaba exponer sus ideas y se perdía en un mar sin rumbo. Nadie sabía dónde quería llegar cuando empezaba una respuesta que, obviamente, nunca finalizaba como él quería, pues la cuenta atrás siempre expiraba antes que sus palabras. No es que no sepa expresarse, sino que sus respuestas tienen demasiada profundidad para ese formato y, peor aún, piensa antes de responder (¡Ah! ¡bendito defecto!). Yo no se lo echo en cara, pero entiendo que los electores necesiten ideas más fáciles de entender. Quizá Mockus quiera enseñarles a ir más allá, pero para eso primero debe ganar y ser el que tome las decisiones que cambien la cultura de este país.</p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">Por último, si bien es cierto que el <i>Dream Team</i> de algunos de los mejores alcaldes en la historia del país que forman parte del equipo dirigente del Partido Verde (l<i>a tripleta atacante Mockus, Enrique Peñalosa y Luis Eduardo "Lucho" Garzón en Bogotá, y el organizador de juego Sergio Fajardo, otro matemático que como alcalde transformó Medellín, y ahora aspirante a la vicepresidencia)</i> ha conseguido movilizar a una masa de votantes, la mayoría jóvenes, normalmente apáticos con la política y que se han implicado con una pasión que yo pocas veces he podido observar, lo cierto es que esta movilización ha sido menor de la esperada. Casi la mitad del electorado se ha abstenido, una tendencia habitual, pero que en estas elecciones parecía que se iba a revertir y alcanzar un 70% de participación, según las previsiones de las encuestas que, dicho sea de paso, son las grandes perdedoras de los comicios. Como pasa en España y en muchos países del mundo, la derecha es mucho más fiel y se moviliza con un solo chasquido de dedos, mientras que electorado "de izquierdas" o progresista es mucho más holgazán. Mockus ha sacado a votar a muchos, sí (hace meses no superaba el 3% en las encuestas), pero no a tantos como se auguraba.</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">En definitiva, y haciendo un símil balompédico, Mockus ha sido como el Guardiola cuyo Barça del <i>jogo bonit</i>o, del juego de equipo, del <i>tiqui taca</i> hasta las últimas consecuencias, siempre es fiel a su estilo aunque el resultado final pueda ser la caída, con honor, pero caída al fin y al cabo. Santos, por contra, es como el Mourinho de la política, el líder único y total, capaz de generar afinidades y odios a partes iguales, un brillante comandante para el que lo realmente importante es el fin, siempre el fin y solo el fin. Recordemos que el Inter de <i>Mou</i> ganó la última Champions League, eliminando al Barça en semifinales, aunque fuera a costa del espectáculo y el buen juego, y con medios algo maquiavélicos. De repente me he dado cuenta que no me gustan las metáforas, así que mejor dejemos este símil aparcado.</p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; min-height: 16px; "><br /></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; ">¿Qué necesita Mockus para ganar en segunda vuelta y remontar una eliminatoria que ahora mismo está cuatro goles por encima en el marcador? En mi opinión, el matemático Mockus debe ser capaz de resolver la ecuación más difícil de su vida y de hacer converger tres ejes hoy por hoy en las antípodas unos de los otros: por un lado, tener la suerte que muchos de los votantes santistas, seguros de la victoria más que probable, se queden en sus casas un domingo durmiendo o sacando rendimiento a su sofá, lo que reste algo de porcentaje al Partido de la U y le sume un poco de <i>¡Oh!</i> a los Verdes. Por otro lado, importante pero no suficiente, concentrar en esa segunda vuelta del 20 de junio el máximo de votantes de otros partidos que ya no concurren, muchos de los cuales ya planeaban votarle en el segundo round electoral, confiados de que la diferencia sería mínima, casi un empate técnico. Y por último, y esto sí resulta clave, movilizar esa masa abstencionista que alcanza el 51%, y que es un vivero de votantes potenciales. Quizá el voto del miedo a Santos espolee a muchos de los que no acudieron a las urnas, al ver las orejas al Lobo. Pero si Mockus pretende realmente dar un vuelco a lo que hemos visto en esta primera vuelta, debe ponerse las pilas y mejorar todos los aspectos de los que hemos hablado a lo largo de este extenso post, al que por cierto las firmas encuestadoras colombianas aseguran que será el más leído de la semana en todo Internet. Casi un milagro (tanto lo uno como lo otro), pero es que la política, al final, poco tiene de matemática y ciencia exacta, y mucho de pasión injustificada y esperanza desmesurada. Y eso, la esperanza, es lo último que se pierde y, si puede ser, por menos de 25 puntos de diferencia. </p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><br /></p><div><span class="Apple-style-span" style="font-family:Helvetica, serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></span></div></div><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjt0P9i_Tw0Rwxx5Azs5b0eWbwFCimXh-MPTIdV8X1WXgB-_ZgqqavgTHD-QsONjtKwItnbWRJmUmfOgSaB-oIysWNDVA_5XOB0UyMleJ0-_XrA0NAhoG3rTx1uItSciYSPuVatDYdq1Nc/s1600/DSCN2090.JPG" style="text-decoration: none;"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjt0P9i_Tw0Rwxx5Azs5b0eWbwFCimXh-MPTIdV8X1WXgB-_ZgqqavgTHD-QsONjtKwItnbWRJmUmfOgSaB-oIysWNDVA_5XOB0UyMleJ0-_XrA0NAhoG3rTx1uItSciYSPuVatDYdq1Nc/s400/DSCN2090.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5477620655336726946" /></a><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiITnuAcQFzji7Imts44MuGu1xudornTUeqbr6IZT_hU6fXtmyK8CsrFcmMGNedsqoeHmnNExFd6Jg72cYZeS2qNQI4S8e5XLoxbIYXEctLLTyxGdI0dM0USRmQDZDF9d79f7Y4uZA6Hs4/s1600/DSCN1960.JPG"></a><div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiITnuAcQFzji7Imts44MuGu1xudornTUeqbr6IZT_hU6fXtmyK8CsrFcmMGNedsqoeHmnNExFd6Jg72cYZeS2qNQI4S8e5XLoxbIYXEctLLTyxGdI0dM0USRmQDZDF9d79f7Y4uZA6Hs4/s1600/DSCN1960.JPG" style="text-decoration: none;"><img style="text-align: left;display: block; margin-top: 0px; margin-right: auto; margin-bottom: 10px; margin-left: auto; cursor: pointer; width: 300px; height: 400px; " src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiITnuAcQFzji7Imts44MuGu1xudornTUeqbr6IZT_hU6fXtmyK8CsrFcmMGNedsqoeHmnNExFd6Jg72cYZeS2qNQI4S8e5XLoxbIYXEctLLTyxGdI0dM0USRmQDZDF9d79f7Y4uZA6Hs4/s400/DSCN1960.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5477620643328813890" /></a><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:Helvetica, serif;font-size:13px;"><div style="text-align: center;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">Arriba, Juan Manuel Santos durante una entrevista con EFE. Abajo, Antanas Mockus, </span></i></div><div style="text-align: center;"><i><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">en el acto posterior a la marcha indígena en favor de su candidatura en Ibagué (Tolima)</span></i></div></span></div>Àlex Cuberohttp://www.blogger.com/profile/15369428017898510506noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7060849539563689962.post-32168112757748511462010-05-25T21:26:00.006-05:002010-05-25T21:45:33.131-05:00Amor<span class="Apple-style-span" style="font-size:x-small;"><span class="Apple-style-span" style="color:#003300;">·</span></span><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZj6DlbwyYwgcQcwZ8Auk-E4_4dRIXClPVcuCo3magCxNM3QHMYTTz2utVsPHwI6Zuwvwi1YRAImfB5CEtMCveqJP8CspcfKYVDk6iEDveqpSOnRViOQSrNjG9vT8SAxt3wxvp7Y1CS_E/s1600/54667315.Untitled13.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 253px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZj6DlbwyYwgcQcwZ8Auk-E4_4dRIXClPVcuCo3magCxNM3QHMYTTz2utVsPHwI6Zuwvwi1YRAImfB5CEtMCveqJP8CspcfKYVDk6iEDveqpSOnRViOQSrNjG9vT8SAxt3wxvp7Y1CS_E/s400/54667315.Untitled13.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5475401273141766018" /></a><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:Helvetica, serif;"><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">Pintura: "Las cartas han dicho que la encontraré sin reconocerla", </span></span><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;"><a href="http://www.pbase.com/davidlara/"><span class="Apple-style-span" style="color:#CC6600;">David Lara</span></a></span><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">, (</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="-webkit-border-horizontal-spacing: 2px; -webkit-border-vertical-spacing: 2px; font-family:verdana, arial, sans-serif;"><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-small;">San Gimignano, 2001)</span></span></i></span></span></div><div style="text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana, arial, sans-serif;color:#FFFFFF;"><span class="Apple-style-span" style=" -webkit-border-horizontal-spacing: 2px; -webkit-border-vertical-spacing: 2px;font-size:x-small;"><i><br /></i></span></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana, arial, sans-serif;color:#FFFFFF;"><span class="Apple-style-span" style=" -webkit-border-horizontal-spacing: 2px; -webkit-border-vertical-spacing: 2px;font-size:x-small;"><i><br /></i></span></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana, arial, sans-serif;color:#FFFFFF;"><span class="Apple-style-span" style="-webkit-border-horizontal-spacing: 2px; -webkit-border-vertical-spacing: 2px;"><i><br /></i></span></span></div><div><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;">" (…) Ahora estaba junto a la ventana e invocaba ese momento. ¿Qué podía ser sino el amor que había llegado de ese modo para que él lo reconociese? </span></i></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;"><br /></span></i></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;">Pero ¿era amor? La sensación de que quería morir junto a ella era evidentemente desproporcionada: ¡era la segunda vez que la veía en la vida! ¿No se trataba más bien de la histeria de un hombre que en lo más profundo de su alma ha tomado conciencia de su incapacidad de amar y que por eso mismo empieza a fingir amor ante sí mismo? ¡Y su subconsciente era tan cobarde que había elegido para esa comedia precisamente a una pobre camarera de una ciudad perdida, que no tenía prácticamente la menor posibilidad de entrar a formar parte de su vida! </span></i></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;"><br /></span></i></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;">Miraba a través del patio la sucia pared y se daba cuenta de que no sabía si se trataba de histeria o de amor.</span></i></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;"><br /></span></i></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;">Y le dio pena que, en una situación como aquélla, en la que un hombre de verdad sería capaz de tomar inmediatamente una decisión, él dudase, privando así de su significado al momento más hermoso que había vivido jamás (estaba arrodillado junto a su cama y pensaba que no podría sobrevivir a su muerte). </span></i></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;"><br /></span></i></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;">Se enfadó consigo mismo, pero luego se le ocurrió que en realidad era bastante natural que no supiera qué quería: El hombre nunca puede saber qué debe querer, porque vive sólo una vida y no tiene modo de compararla con sus vidas precedentes ni de enmendarla en sus vidas posteriores.</span></i></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;"><br /></span></i></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;">¿Es mejor estar con Teresa o quedarse solo? </span></i></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;"><br /></span></i></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;">No existe posibilidad alguna de comprobar cuál de las decisiones es la mejor, porque no existe comparación alguna. El hombre lo vive todo a la primera y sin preparación. Como si un actor representase su obra sin ningún tipo de ensayo. Pero ¿qué valor puede tener la vida si el primer ensayo para vivir es ya la vida misma? Por eso la vida parece un boceto. Pero ni siquiera boceto es la palabra precisa, porque un boceto es siempre un borrador de algo, la preparación para un cuadro, mientras que el boceto que es nuestra vida es un boceto para nada, un borrador sin cuadro. </span></i></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;"><br /></span></i></p> <p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;">«Einmal ist keinmal», repite Tomás para sí el proverbio alemán. Lo que sólo ocurre una vez es como si no ocurriera nunca. Si el hombre sólo puede vivir una vida es como si no viviera en absoluto".</span></i></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;"><br /></span></i></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;"><br /></span></i></p><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;"><br /></span></i></p><p style="text-align: right;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;">"</span><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;">La insoportable levedad del ser</span></i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;">", </span><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/La_insoportable_levedad_del_ser"><span class="Apple-style-span" style="color:#CC6600;">Milan Kundera</span></a><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;"> (1984)</span></p><p style="text-align: right;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;"><br /></span></p></div>Àlex Cuberohttp://www.blogger.com/profile/15369428017898510506noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7060849539563689962.post-3259415830013651342010-05-25T00:35:00.010-05:002010-05-25T01:32:53.346-05:00Olas<div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:Helvetica, serif;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:Helvetica, serif;"><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Verde. Amarillo. Azul. </span></span></i></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:Helvetica, serif;"><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><br /></span></span></i></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:Helvetica, serif;"><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">No son solo colores. Son más que eso. </span></span></i></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:Helvetica, serif;"><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><br /></span></span></i></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:Helvetica, serif;"><i><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Son olas. Unas crecen hasta su orilla, otras mueren en el mar.</span></span></i></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color:#0000EE;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:Helvetica, serif;color:#000000;"><br /></span></span></div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiS6QT-tIjJchJxcQqe8RgNna-VfEvvnwIOK5aWtD0OwS9qQz_Wf5H7vpipz1VrEm6CUzTDIMLfLaeDi2HmiNZ1QfHb7vh9UU3NJlRTZegrambVpLhfbqmvVufR0xwvVELdewvl90BRVyo/s1600/DSCN1922.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiS6QT-tIjJchJxcQqe8RgNna-VfEvvnwIOK5aWtD0OwS9qQz_Wf5H7vpipz1VrEm6CUzTDIMLfLaeDi2HmiNZ1QfHb7vh9UU3NJlRTZegrambVpLhfbqmvVufR0xwvVELdewvl90BRVyo/s400/DSCN1922.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5475081217171009330" /></a><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgaxp8nqlLgNaqWXSNSgUS6YksqHid1VHd5f8XCxjfRi_ZmR0I26hs8ih9z4EWT7-80M5f2ZyI5Z4hhuG1PYXEAFgfoM_paMvw1Cb6vcwXOtEgkLyI2FjaaJdo03FNPne7u5Wzkcx4Zn4/s1600/DSCN1946.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 300px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhgaxp8nqlLgNaqWXSNSgUS6YksqHid1VHd5f8XCxjfRi_ZmR0I26hs8ih9z4EWT7-80M5f2ZyI5Z4hhuG1PYXEAFgfoM_paMvw1Cb6vcwXOtEgkLyI2FjaaJdo03FNPne7u5Wzkcx4Zn4/s400/DSCN1946.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5475081232591463218" /></a><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYlfd2C7gW6iEhwbh7McjADT3K_hUenywyYNJ-e5F1vWch3pzVp1gQJw_cOg8F3b_NQPdVnqK-s_5l1cmw7IHXjjjHKJxjpf9eATCzlDX3YwsQxNDYVFLyDw21SRfTM-HHIyG7szT29Mg/s1600/DSCN1952.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgYlfd2C7gW6iEhwbh7McjADT3K_hUenywyYNJ-e5F1vWch3pzVp1gQJw_cOg8F3b_NQPdVnqK-s_5l1cmw7IHXjjjHKJxjpf9eATCzlDX3YwsQxNDYVFLyDw21SRfTM-HHIyG7szT29Mg/s400/DSCN1952.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5475081225831477730" /></a><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgehCioUqXAa441ndWELMgprKr-1UgcWaLQYdN1TQvForh3_kjZURaSZWvoMHQgVtxtIplLCdlZLM38-Pq6yBjMdRHxbg6gMIUCeNcC7UDL70eagAvgPoYI7DA_jsFzc2AdVV1YwSwZvO4/s1600/DSCN1933.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 278px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgehCioUqXAa441ndWELMgprKr-1UgcWaLQYdN1TQvForh3_kjZURaSZWvoMHQgVtxtIplLCdlZLM38-Pq6yBjMdRHxbg6gMIUCeNcC7UDL70eagAvgPoYI7DA_jsFzc2AdVV1YwSwZvO4/s400/DSCN1933.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5475087463125744098" /></a><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4JzV6n8Gu8VE8pIC5pHjMujs4XtkAxoykXpp8NzGoBtae3MRGDBN3Dl_18lQzgcFxGkfhS1t7vWOu_4d3tTGqJZs8m1f57q2pgKknEMMEk8terNLcZGdjC9PyGZaKsuJr8EyRXPXJ3aQ/s1600/DSCN1967.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4JzV6n8Gu8VE8pIC5pHjMujs4XtkAxoykXpp8NzGoBtae3MRGDBN3Dl_18lQzgcFxGkfhS1t7vWOu_4d3tTGqJZs8m1f57q2pgKknEMMEk8terNLcZGdjC9PyGZaKsuJr8EyRXPXJ3aQ/s400/DSCN1967.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5475081237346453858" /></a><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiC4PHGEd_3pIZYe1ZleebkBgrpNa6MhrXllQZZYETZ9bqv1vUxRsCNFYqI0mOm9x3HRGIKd7kgHl5ZTvnHZEMgBBwjcGgzVPYoGGL5Ce_HVr6wR23ZN2GmMZWFnuw5NRAZG1NivFAxs9U/s1600/DSCN1990.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiC4PHGEd_3pIZYe1ZleebkBgrpNa6MhrXllQZZYETZ9bqv1vUxRsCNFYqI0mOm9x3HRGIKd7kgHl5ZTvnHZEMgBBwjcGgzVPYoGGL5Ce_HVr6wR23ZN2GmMZWFnuw5NRAZG1NivFAxs9U/s400/DSCN1990.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5475081244642957714" /></a><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWRZmdn-2zz9_eAqPzqDnHUbz4tZMqbTp0MekzBE2XIfHrzdoLlh_lXZenMYt_isa8mIE5bi871ppIQgLI2dOTL1-mGxobX29xyi1r4D9Pli-UNvDvo9Jn6G2lbehjA4MLgjs3sehakGo/s1600/DSCN1971.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWRZmdn-2zz9_eAqPzqDnHUbz4tZMqbTp0MekzBE2XIfHrzdoLlh_lXZenMYt_isa8mIE5bi871ppIQgLI2dOTL1-mGxobX29xyi1r4D9Pli-UNvDvo9Jn6G2lbehjA4MLgjs3sehakGo/s400/DSCN1971.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5475087465525178482" /></a><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfJDqNz5v_JkFtlOS5rJT6h3E-MnurUX39gL5KlEcGi5739ehCRKQCCZM98wZj4MgQD_ABL_ltZKRQ8EUF_yONGLKWFkekPOG9F0hKkUBh1otn0F2yrAborDvCxuMfTqG2pcEvwgdH9Kk/s1600/DSCN2009.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjfJDqNz5v_JkFtlOS5rJT6h3E-MnurUX39gL5KlEcGi5739ehCRKQCCZM98wZj4MgQD_ABL_ltZKRQ8EUF_yONGLKWFkekPOG9F0hKkUBh1otn0F2yrAborDvCxuMfTqG2pcEvwgdH9Kk/s400/DSCN2009.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5475084612261767426" /></a><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMSMq9O-L_6ujmkQpPR-KmZi5aBgP5gH7pBkRX75GQrdzgG_L4-vJxdvfE5TnzvYPe0JnUJE8Ru33Y92xdWxdAC81v0MeYTpDatkAppGwEztVr1etHZ70CH66dPm8NQZo71JonMPV2xvM/s1600/DSCN2042.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMSMq9O-L_6ujmkQpPR-KmZi5aBgP5gH7pBkRX75GQrdzgG_L4-vJxdvfE5TnzvYPe0JnUJE8Ru33Y92xdWxdAC81v0MeYTpDatkAppGwEztVr1etHZ70CH66dPm8NQZo71JonMPV2xvM/s400/DSCN2042.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5475084620974767522" /></a><div style="text-align: left;"><span class="Apple-style-span" style="color:#0000EE;"><br /></span></div><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEik6HVaPL4pZQx9IgK6CqqTMKz8G8Ib_CRcCBlULzPjejR_WN_vJFrvaiZSQXlQgRfURQ8gj9YoPcZVraKUkdr5RVE_NxHBU7md8-8fD-eOmOHMPNBQXQlV8cm-E9ZR9-7_3aYpqF1Khg4/s1600/DSCN2047.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEik6HVaPL4pZQx9IgK6CqqTMKz8G8Ib_CRcCBlULzPjejR_WN_vJFrvaiZSQXlQgRfURQ8gj9YoPcZVraKUkdr5RVE_NxHBU7md8-8fD-eOmOHMPNBQXQlV8cm-E9ZR9-7_3aYpqF1Khg4/s400/DSCN2047.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5475084626673966786" /></a><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwztOxxiLYLC4GvIk-J9r1sy_TBson31_nWTCz0Tq0_qrOO_4kY9lXP0Qhg7Ekjgetczello5Qcs8uBc8YGRhFlVRGwNQigCTvPNwLHqbM58k0H8kCEmtZ8KOWuSIJPVVqE33vrQnAGTM/s1600/DSCN2058.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwztOxxiLYLC4GvIk-J9r1sy_TBson31_nWTCz0Tq0_qrOO_4kY9lXP0Qhg7Ekjgetczello5Qcs8uBc8YGRhFlVRGwNQigCTvPNwLHqbM58k0H8kCEmtZ8KOWuSIJPVVqE33vrQnAGTM/s400/DSCN2058.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5475084629446614978" /></a><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2uNN9ftDy_fyE-0l1qnTbtYGWuaT8U7G8hH0HrWB-jLBBxw8StYajirrp97MpUX416UpmvG0MtjUx2Zj0s88oDw7SN67JYGhWo7In7QdCP2HqwjOWmcYqDBTcuCLTWgoLtQn23YoQEG4/s1600/DSCN2062.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2uNN9ftDy_fyE-0l1qnTbtYGWuaT8U7G8hH0HrWB-jLBBxw8StYajirrp97MpUX416UpmvG0MtjUx2Zj0s88oDw7SN67JYGhWo7In7QdCP2HqwjOWmcYqDBTcuCLTWgoLtQn23YoQEG4/s400/DSCN2062.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5475089973928917602" /></a><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1q-HfjNgV6iassH2eTYhB-6T_yiT870Qrr3HIZjXPBcrqJ5AxoHFneW-FYYoAhJfu5J6sYAgJrPaylYyzRgBNkEcR6lKWJfOlJ7eR13nV50jaOmfgqzyVTPlLPD0q-rN9Fe2MlBR8wI0/s1600/DSCN2022.JPG"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 400px; height: 300px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1q-HfjNgV6iassH2eTYhB-6T_yiT870Qrr3HIZjXPBcrqJ5AxoHFneW-FYYoAhJfu5J6sYAgJrPaylYyzRgBNkEcR6lKWJfOlJ7eR13nV50jaOmfgqzyVTPlLPD0q-rN9Fe2MlBR8wI0/s400/DSCN2022.JPG" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5475087454485545346" /></a><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;"><br /></span><div><p style="text-align: justify;margin-top: 0px; margin-right: 0px; margin-bottom: 0px; margin-left: 0px; font: normal normal normal 13px/normal Helvetica; "><span class="Apple-style-span" style="color:#FFFFFF;">Las fotografías corresponden a la marcha indígena a favor de Antanas Mockus (Partido Verde) en Ibagué (Tolima) y a los cierres de campaña de Gustavo Petro (Polo Democrático Alternativo) en la Plaza Simón Bolívar de Bogotá, y de Noemí Sanín (Partido Conservador) en Soacha.</span></p></div>Àlex Cuberohttp://www.blogger.com/profile/15369428017898510506noreply@blogger.com0