Soy,
pero sin mí.
Lloro sin lágrimas,
grito sin voz,
me cabreo sin rabia,
miro sin ver,
duermo sin sueños,
y suspiro sin versos.
Y sin embargo,
es solo esta maldita indiferencia
lo que consigue dejarme sin vida.
(Pintura: "Perpetuo delirio", David Lara, 2000)
1 comentarios:
me he estado releyendo tu blog así por encima, que aún no me había metido de lleno en él, y me ha encantado. todo un periodista y un literato por aquí, anda.
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