25 abril 2010

Y qué más da



Cierra los ojos.



Ábrelos.





Qué más da,

si todo estará siempre igual de oscuro.


Tú lo sabes bien, no te engañes. No eres más que ese grito ahogado que nadie escucha. Esa lágrima solitaria que se secó antes de nacer. Una mirada vacía que no encuentra su razón de ser, una sombra sin forma, una lluvia inútil que no moja por mucho que insista en atormentarse. Y qué más da, pues por mucho que lo intentes, todo seguirá igual de oscuro. ¿Sabes qué?



Cierra los ojos.


Y no vuelvas a abrirlos.





(Pintura: "Autoritratto oscuro", David Lara, 2009)

1 comentarios:

laura dijo...

Este no es el espíritu, señor Cubero...
¡¡¡Ánimo!!!

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